Un tribunal incompetente
Ahora que acaba el año, ha llegado el momento perfecto para realizar balance y analizar la gestión desarrollada a lo largo de 2010. También nos ‘toca’ a todos prepararnos para los retos que se avecinan y marcarnos los nuevos objetivos a conseguir en el nuevo año. Desde ASAJA Alicante lo tenemos todo muy clarito. Tras las denuncias, protestas, que hemos protagonizado para exigir mejoras, hay que tomar medidas más activas y efectivas. En unas palabras, ha llegado la hora de intervenir en la cadena alimenticia.
La propia comisión europea de agricultura ha reconocido en sus últimos informes la falta de transparencia que hay en los mercados, las prácticas anticompetitivas y de dumping social que se producen, el escaso margen de negociación que posee el productor, la venta generalizada por debajo de los costes, la excesiva morosidad que existe en el campo… Éstos son algunos de los males que nos atañen y que hemos denunciado hasta la saciedad sin conseguir soluciones viables.
El Tribunal de la Competencia debe ser consciente de cuál es la realidad existente en el campo, sin embargo, consiente que se perpetren los problemas reseñados. Todo el mundo conoce las dificultades que conllevan los bajos precios en origen. El agricultor vende a 0,15 euros el kilo de limones y cuando el consumidor compra el producto, éste ha pasado a costar unos 1´5 euros. Es una injusticia y un abuso imperdonable que se produce continuamente y que perjudica no sólo a los empresarios agrícolas, sino a todos los consumidores. Teniendo en cuenta la crisis que nos afecta, la situación debe cambiar de manera radical.
La incoherencia del Tribunal de la Competencia puede probarse con distintos hechos. Pese a que los productores se ven obligados a vender por debajo de los costes de producción, impidió que pudiéramos establecer índices referenciados a los costes de producción, es decir, valores que permitan vender lo que producimos al menos garantizando un nivel mínimo que nos permita seguir trabajando. Sin embargo, permite que cuatro empresas acaparen la totalidad de la producción y fijen valores en campo bajísimos y otros excesivamente elevados para los compradores. ¡Así yo también hago negocio!
No se puede estar de forma tan descarada al servicio de las grandes multinacionales y no proteger a quienes trabajan duro cada día para poder ganarse la vida. Este Tribunal no le hace ‘puñetera’ falta ni a la sociedad ni a la economía. Es injusto y partidista. Por este motivo y después de pasar años tratando infructuosamente de que entraran en razón, nos hemos cansado de sus tonterías y lo rechazamos rotundamente.
Ha consentido durante años que se venda por debajo de los costes de producción, enriqueciendo a unos pocos listos que acaparan los productos que otros obtienen. Sin embargo, ha abierto expedientes disciplinarios a las interprofesionales que han conseguido acuerdos entre todos los implicados en la cadena alimenticia para que haya precios de subsistencia para todos los productores y, por supuesto, para los ciudadanos.
El mencionado órgano de la Competencia depende del Ministerio de Industria. De ahí que exijamos al actual Gobierno que abandone su papel de mera supervisión y pase a protagonizar un papel más activo, frenando los abusos que se producen en la cadena alimentaria por el bien del agricultor y el consumidor.
Atropello tras atropello y valorando las hechos y actuaciones, si debemos ser austeros y reducir costes, lo justo sería que todos los implicados en el Tribunal de la Competencia, que no han trabajado sino dañado a un sector tan estratégico e importante como es el de la agricultura, se fueran a la calle. Menos reducciones de los derechos y de ayudas sociales y más recortes de los excesivos gastos que poseen las administraciones. ¡Que los despidan y en 2011 podamos tener un mercado más justo y equitativo, que deje de explotar a los débiles y de enriquecer a unos cuantos sinvergüenzas que viven a nuestra costa. El Gobierno debe anular el Tribunal de la Competencia en 2011 y de aquí en adelante le declaramos la guerra abierta al órgano judicial hasta que así lo haga. Pelearemos para que el Gobierno actúe con responsabilidad. Recordemos que la gestión del Tribunal no sólo ha sido dañina en el sector de la agricultura, sino también en el del textil, juguete, calzado,…
También en 2011 seguiremos insistiendo para que el contrato homologado, esa criatura que acaba de nacer, pero que irá creciendo, contemple los mencionados índices económicos. El contrato es la única herramienta que garantiza el cobro al agricultor. Éstos muchas veces venden y después ni le pagan, se quedan con una mano delante y la otra, detrás. Sólo pueden reclamar el cobro judicialmente si tienen su contrato firmado. De ahí que no se entienda que otras organizaciones, que supuestamente defienden al agricultor, critiquen este documento, únicamente porque no han sido ellos quienes lo han impulsado.
Vean un simple ejemplo, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino contempla en el borrador del uso del contrato homologado del sector lácteo que su uso sea obligatorio en todas las transacciones de compra-venta que se realicen. Esta decisión la ha adoptado acertadamente por todos los motivos que hemos indicado, porque es la única herramienta que protege al productor de impagos. Ya lo he dicho en más de una ocasión. Dejémonos de politiqueos absurdos, intereses partidistas y promocionales y apoyemos y defendemos a quienes representamos.
Se despide el año con un accidente mortal en Novelda
El conductor, de 36 años y conductor de un camión, peridió la vida al salirse su vehículo de la carretera en un punto negro de Novelda, como es, la curva peligrosa que hay pasando el cementerio en dirección a La Romana.
El accidente ocurrió sobre las 12:30 h. de la mañana de ayer viernes. Hasta el lugar de los hechos se personaron varias patrullas de la guardia civil de tráfico, una unidad del Samu que no ha podido hacer nada por la persona accidentada, y furgón del tanatorio.
De momento desconocemos la identidad del fallecido y los motivos que han causado el accidente.
El accidente ocurrió sobre las 12:30 h. de la mañana de ayer viernes. Hasta el lugar de los hechos se personaron varias patrullas de la guardia civil de tráfico, una unidad del Samu que no ha podido hacer nada por la persona accidentada, y furgón del tanatorio.
De momento desconocemos la identidad del fallecido y los motivos que han causado el accidente.
Art. de opinión de Luis Beresaluze Galbis
DE FELICIDADES
Era un raro y abstracto debate, que mantenían entre sí los distintos reinos de la naturaleza. Un metafísico considerar a propósito de la felicidad. Parece que entendían la felicidad, en su peregrina cogitación, como un deber de todo lo creado. Por lo menos, una tendencia innata e irrenunciable. Una propensión implícita. Se es para ser feliz. Para la plenitud satisfactoria. La felicidad es esencialmente esencial. La más exigente indispensabilidad ontológica.
“Mi felicidad consistiría” decía el reino vegetal, “en que el verde no amarillease y las flores no caducaran. En una primavera sin inviernos. Clorofila, floración, frutos, fertilidad, oxigeno y celulosa. Pero solo lo alcanzo estacionalmente, de manera efímera. Los muñones secos y despoblados, las ramas ennegrecidas y vacías, clamando al cielo invernal, no pueden representar, precisamente, el mejor símbolo de la felicidad. Y no puedo ir contra los ciclos. Ni siquiera disfruto una felicidad estacional.”
El reino animal aún se producía de manera más entristecida: “No hay nada en mí que no nazca para morir. Sujeto a torpeza e indefensión inicial, predación, enfermedad, dolor, hambre, sed, privación. Todos nos consumimos a todos. La vida en mi parcela es una continua huída y espanto. O, por lo menos, un estado de alertada desconfianza. Y como final, consciente o no, siempre la muerte. Precedida del declive, la herida o la patología. Ni en sueños puedo contar con algo de felicidad. Una felicidad consistente, cuando tenemos éxito, en comernos los unos a los otros.”
“Pues yo, en cambio”, afirmó el reino mineral, “soy absolutamente feliz. De una manera inerte, fría, densa y afirmada. Nada me afecta ni preocupa. No se sentir amenaza alguna. Estoy como y donde Dios me hizo, completamente realizado en mi telúrica materialidad insensible y perfecta. Si ser feliz es no temer, carecer de angustia, ser inmanentemente, permanecer inalterable, no sufrir con cosa ninguna, yo, los seres u objetos de mi reino, somos físicamente felices. Otra cosa es que seamos capaces de sentirlo, pero aún nadie ha demostrado que la consciencia sea, precisamente, una buena preparación para la realidad del ser feliz”. Me asombró como filosofaba una porción de carbonato de cal, porque era un cachito de mármol.
Yo, asistiendo a su raro y atípico debate, pensé que realmente, nada había en el mundo más feliz que una piedra o una porción de hierro, más independiente de las inclemencias del tiempo o las afectaciones de la salud, de las contingencias infinitas de la vida, la mayoría de las cuales son, siempre, hostiles. Pero me resistí a tener que concluir que la felicidad fuera algo mineral. La felicidad me parecía hasta un deber fisiológico. Y pensé que me gustaría poder convencerme de una posibilidad biológica de ser feliz. Aunque fuera provisional. Hasta que llegaran el declive, la pérdida de la salud o, simplemente, el bicho más grande.
Virgilio decía “¡Qué felices serían los campesinos, si supieran que son felices”…O sea que según el divino, sin darte cuenta, no puedes ser feliz. Y yo que creo que precisamente, en ese no darte cuenta de que lo eres y la tienes, consiste el ser de la felicidad y el ser feliz. Si no la piensas, es que la tienes. Aunque no la adviertas. Claro que, de otra parte, ¿de qué cosa importante puede servir una felicidad no conocida? ¿Qué satisfacción puede comportar? “Se feliz aunque no lo sepas”. Bueno…
Yo, desde fuera de los tres reinos, aunque incluido en uno de ellos, al margen del debate, me consulté a mí mismo y no supe si era feliz. No temía nada. Nada me dolía. Aparentemente, todo estaba en orden en mi torno. Y sin embargo, con la duda instalada en el lugar de las certidumbres, llegué a la conclusión aproximada de que si esto era la felicidad consistía en bien poco. Y seguí tendiendo a una realidad de satisfacción superior, conectada con cosas más altas. Es decir, esperanzado en ser feliz, sabiéndolo y disfrutando plenamente su grado letificante.
Era un raro y abstracto debate, que mantenían entre sí los distintos reinos de la naturaleza. Un metafísico considerar a propósito de la felicidad. Parece que entendían la felicidad, en su peregrina cogitación, como un deber de todo lo creado. Por lo menos, una tendencia innata e irrenunciable. Una propensión implícita. Se es para ser feliz. Para la plenitud satisfactoria. La felicidad es esencialmente esencial. La más exigente indispensabilidad ontológica.
“Mi felicidad consistiría” decía el reino vegetal, “en que el verde no amarillease y las flores no caducaran. En una primavera sin inviernos. Clorofila, floración, frutos, fertilidad, oxigeno y celulosa. Pero solo lo alcanzo estacionalmente, de manera efímera. Los muñones secos y despoblados, las ramas ennegrecidas y vacías, clamando al cielo invernal, no pueden representar, precisamente, el mejor símbolo de la felicidad. Y no puedo ir contra los ciclos. Ni siquiera disfruto una felicidad estacional.”
El reino animal aún se producía de manera más entristecida: “No hay nada en mí que no nazca para morir. Sujeto a torpeza e indefensión inicial, predación, enfermedad, dolor, hambre, sed, privación. Todos nos consumimos a todos. La vida en mi parcela es una continua huída y espanto. O, por lo menos, un estado de alertada desconfianza. Y como final, consciente o no, siempre la muerte. Precedida del declive, la herida o la patología. Ni en sueños puedo contar con algo de felicidad. Una felicidad consistente, cuando tenemos éxito, en comernos los unos a los otros.”
“Pues yo, en cambio”, afirmó el reino mineral, “soy absolutamente feliz. De una manera inerte, fría, densa y afirmada. Nada me afecta ni preocupa. No se sentir amenaza alguna. Estoy como y donde Dios me hizo, completamente realizado en mi telúrica materialidad insensible y perfecta. Si ser feliz es no temer, carecer de angustia, ser inmanentemente, permanecer inalterable, no sufrir con cosa ninguna, yo, los seres u objetos de mi reino, somos físicamente felices. Otra cosa es que seamos capaces de sentirlo, pero aún nadie ha demostrado que la consciencia sea, precisamente, una buena preparación para la realidad del ser feliz”. Me asombró como filosofaba una porción de carbonato de cal, porque era un cachito de mármol.
Yo, asistiendo a su raro y atípico debate, pensé que realmente, nada había en el mundo más feliz que una piedra o una porción de hierro, más independiente de las inclemencias del tiempo o las afectaciones de la salud, de las contingencias infinitas de la vida, la mayoría de las cuales son, siempre, hostiles. Pero me resistí a tener que concluir que la felicidad fuera algo mineral. La felicidad me parecía hasta un deber fisiológico. Y pensé que me gustaría poder convencerme de una posibilidad biológica de ser feliz. Aunque fuera provisional. Hasta que llegaran el declive, la pérdida de la salud o, simplemente, el bicho más grande.
Virgilio decía “¡Qué felices serían los campesinos, si supieran que son felices”…O sea que según el divino, sin darte cuenta, no puedes ser feliz. Y yo que creo que precisamente, en ese no darte cuenta de que lo eres y la tienes, consiste el ser de la felicidad y el ser feliz. Si no la piensas, es que la tienes. Aunque no la adviertas. Claro que, de otra parte, ¿de qué cosa importante puede servir una felicidad no conocida? ¿Qué satisfacción puede comportar? “Se feliz aunque no lo sepas”. Bueno…
Yo, desde fuera de los tres reinos, aunque incluido en uno de ellos, al margen del debate, me consulté a mí mismo y no supe si era feliz. No temía nada. Nada me dolía. Aparentemente, todo estaba en orden en mi torno. Y sin embargo, con la duda instalada en el lugar de las certidumbres, llegué a la conclusión aproximada de que si esto era la felicidad consistía en bien poco. Y seguí tendiendo a una realidad de satisfacción superior, conectada con cosas más altas. Es decir, esperanzado en ser feliz, sabiéndolo y disfrutando plenamente su grado letificante.
Los ciclistas noveldenses celebran su almuerzo anual
“Nunca es tarde si la dicha es buena”, habrán pensado los miembros de la Unión Ciclista Novelda. Y es que este almuerzo de final de temporada tuvo lugar en noviembre, pero han querido que todos los noveldenses vean, aunque tarde, las fotos de este encuentro.
(Galería de imágenes)
Todos los años organizan a final de año un almuerzo con el que obsequiar a sus socios y simpatizantes, preparado con esmero por Rafa «El Califa» y Pedro. La matinal comenzó con la concentración de ciclistas, así como directivos del club Javi, Santi, Enrique y José Luis, con sus bicicletas de montaña en la Plaça Vella, desde donde partieron para hacer un agradable recorrido por los alrededores de Novelda. Una vez finalizado el recorrido llegó el grupo a la “kábila” de Els negres Betànics, donde esperaban Rafa y Pedro, parrilla en mano, para deleitar a todos los «bikers» con sus apetitosas chuletas, chorizos, longanizas etc.
Resultó una mañana agradable llena de compañerismo, deporte y afición por la bicicleta, sobre todo por la de montaña. Ahora, nos informan, solo resta despedir el año hoy, día 31 de diciembre, con una excursión a la sierra del Cid donde almorzarán, comerán turrón y brindarán por el nuevo año en la cima de este monte.
(Galería de imágenes)
Todos los años organizan a final de año un almuerzo con el que obsequiar a sus socios y simpatizantes, preparado con esmero por Rafa «El Califa» y Pedro. La matinal comenzó con la concentración de ciclistas, así como directivos del club Javi, Santi, Enrique y José Luis, con sus bicicletas de montaña en la Plaça Vella, desde donde partieron para hacer un agradable recorrido por los alrededores de Novelda. Una vez finalizado el recorrido llegó el grupo a la “kábila” de Els negres Betànics, donde esperaban Rafa y Pedro, parrilla en mano, para deleitar a todos los «bikers» con sus apetitosas chuletas, chorizos, longanizas etc.
Resultó una mañana agradable llena de compañerismo, deporte y afición por la bicicleta, sobre todo por la de montaña. Ahora, nos informan, solo resta despedir el año hoy, día 31 de diciembre, con una excursión a la sierra del Cid donde almorzarán, comerán turrón y brindarán por el nuevo año en la cima de este monte.
Festival de Villancicos en el Asilo de Novelda
Los ancianos y ancianas del Asilo de Novelda, acompañados de los trabajadores del centro, organizaron su particular concurso de villancicos, donde todos participaron y prepararon sus propias piezas musicales. (Esta noticia contiene vídeo)
Se dividieron en diferentes grupos. Las ancianas de la enfermería por un lado, las ancianas válidas por otro, los trabajadores por otro, los voluntarios, los ancianos, y las hermanas. Es ya la tercera edición de este festival que alegra las navidades a todos los que están allí internos. Además, como nos recordaba Sor Ana Mª, allí son muy dados a cantar, y por eso no les ha costado preparar este concurso.
El jurado estuvo compuesto por la Madre Superiora y el Padre Pedro, que escucharon atentamente todas las actuaciones. Los ganadores de este año han sido las ancianas válidas, seguidas por los ancianos, los empleados y las ancianas de enfermería.
De esta forma despiden el año en el Asilo de Novelda, entre risas y convivencia.
VÍDEO
Se dividieron en diferentes grupos. Las ancianas de la enfermería por un lado, las ancianas válidas por otro, los trabajadores por otro, los voluntarios, los ancianos, y las hermanas. Es ya la tercera edición de este festival que alegra las navidades a todos los que están allí internos. Además, como nos recordaba Sor Ana Mª, allí son muy dados a cantar, y por eso no les ha costado preparar este concurso.
El jurado estuvo compuesto por la Madre Superiora y el Padre Pedro, que escucharon atentamente todas las actuaciones. Los ganadores de este año han sido las ancianas válidas, seguidas por los ancianos, los empleados y las ancianas de enfermería.
De esta forma despiden el año en el Asilo de Novelda, entre risas y convivencia.
VÍDEO
Los noveldenses reciben el año con los mejores propósitos
La Plaça Vella volvió a recibir al numeroso público que se congregó para tomarse las 12 uvas de la suerte y recibir el nuevo año. (Esta noticia contiene vídeo)
(Galería de imágenes)
Las personas que hasta la plaça Vella se acercaron para recibir el nuevo año, recibieron por parte del personal de la Comisión de Fiestas desde la barra que instaló el ayuntamiento, la bolsita con las 12 uvas de la suerte y la copa de sidra. En esta ocasión, el acto estuvo presentado desde el balcón principal del ayuntamiento por Alex y Vero, quienes derrocharon simpatía y buen humor.
Grupos de amigos, familias y parejas, disfrutaron en compañía, de tan emotivo momento. Un bonito castillo de fuegos artificiales recibió el nuevo año tras finalizar las 12 campanadas.
El alcalde Mariano Beltrá, la concejala de fiestas, Reme Boyer, el concejal de Turismo, Sergio Mira y la Comisión de Fiestas al completo,, disfrutaron en compañía del público asistente, de la fiesta preparada para despedir un año muy difícil y complicado como 2010, y recibir con los mejores propósitos y esperanza a 2011.
La noche transcurrió en la Plaça Vella sin incidentes y bajo la tutela y colaboración de la Policía Local y Protección Civil.
VÍDEO
(Galería de imágenes)
Las personas que hasta la plaça Vella se acercaron para recibir el nuevo año, recibieron por parte del personal de la Comisión de Fiestas desde la barra que instaló el ayuntamiento, la bolsita con las 12 uvas de la suerte y la copa de sidra. En esta ocasión, el acto estuvo presentado desde el balcón principal del ayuntamiento por Alex y Vero, quienes derrocharon simpatía y buen humor.
Grupos de amigos, familias y parejas, disfrutaron en compañía, de tan emotivo momento. Un bonito castillo de fuegos artificiales recibió el nuevo año tras finalizar las 12 campanadas.
El alcalde Mariano Beltrá, la concejala de fiestas, Reme Boyer, el concejal de Turismo, Sergio Mira y la Comisión de Fiestas al completo,, disfrutaron en compañía del público asistente, de la fiesta preparada para despedir un año muy difícil y complicado como 2010, y recibir con los mejores propósitos y esperanza a 2011.
La noche transcurrió en la Plaça Vella sin incidentes y bajo la tutela y colaboración de la Policía Local y Protección Civil.
VÍDEO
Art. de opinión de Jesús Navarro Alberola
Carta a 2011
Cada año, cuando llegan estos días, los medios de comunicación se llenan de resúmenes de acontecimientos pasados, repasos de sucesos vividos, recuerdos a las personas que se fueron, detalles de momentos que se olvidan… Cada año, por estas fechas, a todos nos abraza esa tristeza crepuscular que nos invita a recuperar el ayer, esa juventud que se nos agota (a pesar de tener ya cincuenta y dos años), esas páginas que ya fueron arrancadas del libro de nuestras vidas.
Sin embargo, también es importante pensar en lo que vendrá, en ese año 2011 que en breve será una realidad. Pronto será el momento de empezar a rayar ese impoluto calendario que cuelga ahora inmaculado en las cocinas. Pronto llegará la hora de abrirse camino a través de unas nuevas cincuenta y dos semanas.
A 2011 le pido trabajo y salud para todos, trabajadores o empresarios, para que unos y otros vean cumplidos sus propósitos de futuro y esperanza en el mañana. A 2011 le pido que siempre tengan un hombro sobre el que llorar sus penas, unos brazos que estrechar, unos besos a los que acudir cada noche, alguien con quien entrechocar unas copas llenadas de ilusión. Le pido que se acabe la soledad, y sobre todo esa soledad que sienten quienes están continuamente rodeados, quienes al llegar a casa no tienen más compañía que el sonido de la televisión. A este 2011 le pido que encuentren el amor verdadero, y a los que tenemos la suerte de conocerlo, le pido que nos dé las fuerzas para conservarlo.
A 2011 le pido una melodía constante de sonrisas al aire, sonrisas infantiles o adultas, risas echadas al viento que dejen volar la imaginación y se lleven las desgracias.
Al año que entra le deseo que sepa dar respeto y comprensión por las opiniones ajenas, por las palabras que no nos gustan, para que así políticos y no políticos, todos en general, consigamos respirar hondo y tragar saliva antes de actuar. 2011 será un año difícil: hagámoslo más llevadero dejando a un lado la crispación reinante.
Únicamente de nosotros depende la actitud con la que afrontamos el nuevo año. Son 365 días que debemos vivir con la intensidad que se merecen. Cada amanecer nos brinda una nueva oportunidad de progreso y esperanza. Cada madrugada nos esperan miles de estrellas en el cielo. Cada noche, todos nuestros sueños han de ser motor del mundo.
Todos podemos hacer que los hijos de nuestros nietos, niños y niñas que aún esperan nacer en los vientres del futuro, estén orgullosos de nosotros. Es tarea de todos. Cada día forjamos la herencia de esos jóvenes. Vivamos 2011 para darles lo mejor. Así se lo deseo a ustedes. De corazón.
Cada año, cuando llegan estos días, los medios de comunicación se llenan de resúmenes de acontecimientos pasados, repasos de sucesos vividos, recuerdos a las personas que se fueron, detalles de momentos que se olvidan… Cada año, por estas fechas, a todos nos abraza esa tristeza crepuscular que nos invita a recuperar el ayer, esa juventud que se nos agota (a pesar de tener ya cincuenta y dos años), esas páginas que ya fueron arrancadas del libro de nuestras vidas.
Sin embargo, también es importante pensar en lo que vendrá, en ese año 2011 que en breve será una realidad. Pronto será el momento de empezar a rayar ese impoluto calendario que cuelga ahora inmaculado en las cocinas. Pronto llegará la hora de abrirse camino a través de unas nuevas cincuenta y dos semanas.
A 2011 le pido trabajo y salud para todos, trabajadores o empresarios, para que unos y otros vean cumplidos sus propósitos de futuro y esperanza en el mañana. A 2011 le pido que siempre tengan un hombro sobre el que llorar sus penas, unos brazos que estrechar, unos besos a los que acudir cada noche, alguien con quien entrechocar unas copas llenadas de ilusión. Le pido que se acabe la soledad, y sobre todo esa soledad que sienten quienes están continuamente rodeados, quienes al llegar a casa no tienen más compañía que el sonido de la televisión. A este 2011 le pido que encuentren el amor verdadero, y a los que tenemos la suerte de conocerlo, le pido que nos dé las fuerzas para conservarlo.
A 2011 le pido una melodía constante de sonrisas al aire, sonrisas infantiles o adultas, risas echadas al viento que dejen volar la imaginación y se lleven las desgracias.
Al año que entra le deseo que sepa dar respeto y comprensión por las opiniones ajenas, por las palabras que no nos gustan, para que así políticos y no políticos, todos en general, consigamos respirar hondo y tragar saliva antes de actuar. 2011 será un año difícil: hagámoslo más llevadero dejando a un lado la crispación reinante.
Únicamente de nosotros depende la actitud con la que afrontamos el nuevo año. Son 365 días que debemos vivir con la intensidad que se merecen. Cada amanecer nos brinda una nueva oportunidad de progreso y esperanza. Cada madrugada nos esperan miles de estrellas en el cielo. Cada noche, todos nuestros sueños han de ser motor del mundo.
Todos podemos hacer que los hijos de nuestros nietos, niños y niñas que aún esperan nacer en los vientres del futuro, estén orgullosos de nosotros. Es tarea de todos. Cada día forjamos la herencia de esos jóvenes. Vivamos 2011 para darles lo mejor. Así se lo deseo a ustedes. De corazón.
Art. de opinión de Claudio Rizo Aldeguer
¿UNA COPITA? VA POR USTEDES.
Buenos días. Bienvenido al último día del año. Es 31 de diciembre de 2010. La calle ya bombea con su corazón agitado, como si de un rito sagrado se tratara, a espasmos de ilusión, y los coches rugen a las entradas de los supermercados un aparcamiento en un metro y medio de cemento que cada minuto se vuelve más esquivo. Los rostros de los viandantes exhalan ese gesto de urgencia; una premura robada al tiempo que tan pocas veces como hoy acontece. Es un pueblo, una ciudad, un mundo entero el que se precipita hacia un abismo de frenesí en el que lo prioritario es tener en el estómago de la nevera una tonelada de viandas a la espera de una hervidera indigestión. Porque hoy es el día de los excesos, y de las esperanzas…, del adiós prometido a un cigarro que nunca se consume, de los kilos ganados antes de quemarlos en la fría cinta de un gimnasio atestado de arrepentimientos que sólo duran semanas, de plantearnos un giro a una vida que nos impide reír como quisiéramos…; de pedir, sobre todo de pedir, y de recibir un perdón, quizá no merecido, en el instante en que cierta ebriedad de la Nochevieja empieza a acariciarnos con sus manos conciliadoras… y de la imagen de un móvil manoseado que teclea mensajes de ilusión poco después de que el último zarpazo del badajo envíe otro año a la galería de un pasado irrecuperable.
Siempre fue para mí este día, uno diferente. ¡Y sin embargo es tan igual! La vida seguirá su curso más o menos normal, el previsto. No lo duden. Pero tengo la impresión de que este año arranca con hechuras de niño malcarado. Mira de reojo, y eso no me gusta. Abriremos 2011 como tantos años atrás: con resaca. Con resaca y con un más que probable enfado de nuestros intestinos por la sacudida infligida. Y el salón de casa, sí, como las calles y los parques: arrasados por el efecto de un tornado. Pero oiga, sobre todo prepare la cartera, que el añito entra con peores (¿o mejores?) malas pulgas que el que nos deja. Sube, ya, la luz, y no en intensidad, sino en el “Total a pagar”. Ese concepto deprimente cuya flecha apunta a unas cantidades que vienen experimentando inexplicables metamorfosis al alza. Suben los peajes, en lógica correspondencia con el mayor confort y seguridad de nuestras autopistas. Más europeas que ninguna. Los servicios públicos de transportes también se ponen firmes, quieto “parao”, y corregirán unas tarifas que entienden un regalo para el contribuyente. Y, para más inri, a fumar, “a la puta calle”. Aunque la ley no exige ladrar como un perro al hacerlo, ni fumar a cuatro patas con el pitillo temblando entre las fauces. Algo es algo. Pero no se confíe, que en España todo llega. Eso sí, del gasto en reformas impuesto a los locales hace cinco años para separar a sanos de viciosos, ya nadie se acuerda. Ni indemnización que la parió. Eso pasa por ser buen ciudadano. Me lo explique alguien.
Me marcho, son días de poco tiempo. Sólo un “deseíllo” a 2011: que me conserve lo que tengo. ¿Ven que poco? Hay fortunas que, a veces, uno cree no merecer. Por eso no aspiro a mejoras ni a bienes mayores. Quizá en ese agradecimiento aquietado y sin alharacas, se aloje una pequeña razón de la felicidad que siento. Cada mañana, recordar que hay una familia más allá de los muros de mi casa, me compensa. Cada noche, abrazarte, sentirte, me colma. ¿Qué más podría desear quien, en su ingenuidad, cree tenerlo todo?
Y ahora, a lo que vamos, que para algo es Nochevieja. ¿Una copita? Por ustedes. Y por la vida.
Buenos días. Bienvenido al último día del año. Es 31 de diciembre de 2010. La calle ya bombea con su corazón agitado, como si de un rito sagrado se tratara, a espasmos de ilusión, y los coches rugen a las entradas de los supermercados un aparcamiento en un metro y medio de cemento que cada minuto se vuelve más esquivo. Los rostros de los viandantes exhalan ese gesto de urgencia; una premura robada al tiempo que tan pocas veces como hoy acontece. Es un pueblo, una ciudad, un mundo entero el que se precipita hacia un abismo de frenesí en el que lo prioritario es tener en el estómago de la nevera una tonelada de viandas a la espera de una hervidera indigestión. Porque hoy es el día de los excesos, y de las esperanzas…, del adiós prometido a un cigarro que nunca se consume, de los kilos ganados antes de quemarlos en la fría cinta de un gimnasio atestado de arrepentimientos que sólo duran semanas, de plantearnos un giro a una vida que nos impide reír como quisiéramos…; de pedir, sobre todo de pedir, y de recibir un perdón, quizá no merecido, en el instante en que cierta ebriedad de la Nochevieja empieza a acariciarnos con sus manos conciliadoras… y de la imagen de un móvil manoseado que teclea mensajes de ilusión poco después de que el último zarpazo del badajo envíe otro año a la galería de un pasado irrecuperable.
Siempre fue para mí este día, uno diferente. ¡Y sin embargo es tan igual! La vida seguirá su curso más o menos normal, el previsto. No lo duden. Pero tengo la impresión de que este año arranca con hechuras de niño malcarado. Mira de reojo, y eso no me gusta. Abriremos 2011 como tantos años atrás: con resaca. Con resaca y con un más que probable enfado de nuestros intestinos por la sacudida infligida. Y el salón de casa, sí, como las calles y los parques: arrasados por el efecto de un tornado. Pero oiga, sobre todo prepare la cartera, que el añito entra con peores (¿o mejores?) malas pulgas que el que nos deja. Sube, ya, la luz, y no en intensidad, sino en el “Total a pagar”. Ese concepto deprimente cuya flecha apunta a unas cantidades que vienen experimentando inexplicables metamorfosis al alza. Suben los peajes, en lógica correspondencia con el mayor confort y seguridad de nuestras autopistas. Más europeas que ninguna. Los servicios públicos de transportes también se ponen firmes, quieto “parao”, y corregirán unas tarifas que entienden un regalo para el contribuyente. Y, para más inri, a fumar, “a la puta calle”. Aunque la ley no exige ladrar como un perro al hacerlo, ni fumar a cuatro patas con el pitillo temblando entre las fauces. Algo es algo. Pero no se confíe, que en España todo llega. Eso sí, del gasto en reformas impuesto a los locales hace cinco años para separar a sanos de viciosos, ya nadie se acuerda. Ni indemnización que la parió. Eso pasa por ser buen ciudadano. Me lo explique alguien.
Me marcho, son días de poco tiempo. Sólo un “deseíllo” a 2011: que me conserve lo que tengo. ¿Ven que poco? Hay fortunas que, a veces, uno cree no merecer. Por eso no aspiro a mejoras ni a bienes mayores. Quizá en ese agradecimiento aquietado y sin alharacas, se aloje una pequeña razón de la felicidad que siento. Cada mañana, recordar que hay una familia más allá de los muros de mi casa, me compensa. Cada noche, abrazarte, sentirte, me colma. ¿Qué más podría desear quien, en su ingenuidad, cree tenerlo todo?
Y ahora, a lo que vamos, que para algo es Nochevieja. ¿Una copita? Por ustedes. Y por la vida.
Medios de comunicación y políticos comparten un desayuno en la Sala de Juntas
Como todos los años, la corporación municipal compartió ayer desayuno con todos los que trabajamos en medios de comunicación en Novelda. Un momento de encuentro para compartir experiencias fuera de la seriedad de las ruedas de prensa.
El alcalde, Mariano Beltrá, Víctor Cremades, Mª Carmen Beltrá, Sergio Mira, José Manuel Martínez, Benigno Martínez, Reme Boyer y Rafa Sáez han querido compartir este desayuno con los medios de comunicación.
La sala de juntas del Ayuntamiento, escenario de la gran mayoría de las ruedas de prensa, fue el escenario de este encuentro con ensaimadas, chocolate, zumos y mucho dulce. Así despedimos el año 2010 y damos la bienvenida al 2011.
El alcalde, Mariano Beltrá, Víctor Cremades, Mª Carmen Beltrá, Sergio Mira, José Manuel Martínez, Benigno Martínez, Reme Boyer y Rafa Sáez han querido compartir este desayuno con los medios de comunicación.
La sala de juntas del Ayuntamiento, escenario de la gran mayoría de las ruedas de prensa, fue el escenario de este encuentro con ensaimadas, chocolate, zumos y mucho dulce. Así despedimos el año 2010 y damos la bienvenida al 2011.