Esta petición surge tras detectar, mediante análisis propios, la presencia de pesticidas prohibidos en la Unión Europea y niveles de residuos que superan los límites máximos permitidos.
La organización agraria valenciana LA UNIÓ ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que intensifique los controles sobre la uva de mesa importada presente en los lineales de la distribución comercial de la Comunitat Valenciana.
LA UNIÓ ha realizado pruebas analíticas en un laboratorio homologado que revelaron la presencia de sustancias prohibidas como Famaxadona y Bimentrina en muestras de uva importadas disponibles en supermercados e hipermercados. Además, se detectó una cantidad excesiva de materias activas en algunas muestras, con hasta nueve sustancias diferentes, lo que sugiere prácticas agrícolas menos sostenibles que las exigidas a los productores locales.
Según datos del Ministerio de Agricultura, desde el 1 de diciembre de 2024 se han importado 1.855 toneladas de uva procedente de Brasil, principalmente a través del puerto de Valencia. De estos envíos, los inspectores rechazaron 284 toneladas en 17 cargamentos. LA UNIÓ aplaude estos controles pero insta a incrementarlos en todos los puertos españoles.
Alertas y reciprocidad
Actualmente existen 22 alertas europeas RASFF (Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos) relacionadas con la uva de mesa fresca, incluyendo una reciente por la detección de fenamidona por encima de los límites permitidos. La mayoría de estas alertas provienen de países como Turquía, Perú, India y Sudáfrica.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, enfatiza la necesidad de reciprocidad en las normas de producción: «Nosotros cultivamos con las normas productivas más estrictas a nivel mundial, mientras otros ni son tan sostenibles ni seguros». La exigencia de organización insta que se adopten «cláusulas espejo» para garantizar que los productos importados cumplan con los mismos estándares que los locales.
Llamado a consumidores y distribuidores
LA UNIÓ hace un llamamiento a las cadenas de distribución para que prioricen el producto de proximidad, garantizando así mayor calidad y seguridad alimentaria. También insta a los consumidores a optar por uva autóctona, destacando su frescura y el impacto positivo en la economía local y el empleo.