Las crónicas del Sagrado Corazón

En un año en el que el calendario eclesiástico ha forzado el adelanto de todas las festividades, el barrio Sagrado Corazón celebró sus fiestas a lo largo de la última semana de mayo. Con más frío, pero no menos ganas, los vecinos del barrio acudieron puntuales a su cita con la gran cantidad de actos organizados por la comisión de fiestas

Luces, comida, música y baile: el barrio del Sagrado Corazón recuperaba, un año más, sus ganas de fiesta y tradición en una semana de actos presidida por el mal clima.
Donde otros años han sido celebradas en pleno mes de junio, las fiestas del Sagrado hubieron de ser adelantadas hasta el que, según los medios, ha sido el mes de mayo más lluvioso desde 2002 en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, pese a las inclemencias del tiempo, ningún evento contó con la asistencia de menos de una cincuentena de personas.

Desde su reinstauración a manos de Mª Magdalena Iñesta en el año 2000, la comisión de fiestas del barrio ha luchado por continuar y mantener una tradición especial, llena de alegría y diversión para todos; es así como se ha logrado crear una forma de convivencia en la que no sólo se incluye a los vecinos, sino a todo aquel que desee acudir a la llamada de la fiesta. Muestra de ello son, entre otros, el Cross Popular o la cena de convivencia, a los que cada año acude un mayor número de personas del exterior.

Ocupada por una extensa programación de acto, la semana de fiestas, comprendida entre el 24 de Mayo y 1 de junio, no dio lugar al aburrimiento; participantes de todas las edades encontraron el evento a su medida entre la gran variedad de actividades previamente anunciadas en el “llibret de festes”.

Presentando al Corazón

El sábado 24 de mayo se daban por iniciadas, de forma oficial, las fiestas del barrio Sagrado Corazón. Concentradas frente al escenario sobre las 23:00 horas, cerca de un centenar de personas esperaba pacientemente el comienzo del acto de presentación, en el que las reinas salientes de 2007 coronarían a las representantes de este año 2008.

Presentado de nuevo por Luís Calpena, el pregón reunió, sobre un escenario engalanado para el acontecimiento, a las seis jóvenes representantes del Sagrado: Mayte Morote y Verónica Munuera, reinas mayor e infantil 2007, Encarnita y Laura Payá, reinas 2008, y Clara Agües y Sara Martínez, damas de honor y futuras reinas 2009. Acompañándolas sobre el tablado, Magdalena Iñesta – la presidenta – abrió el acto con un breve discurso de agradecimiento a todos los vecinos y participantes en las fiestas. Tras ella, Mª José Pastor enunció el pregón de apertura, en el que todos los años se ensalza el barrio por lo que fue y lo que continua siendo para quienes han vivido en él.

Como un vecino más del barrio, el alcalde, Mariano Beltrá, subió también al estrado a dedicar unas palabras al público. Junto a él presenciaron el acto, desde primera fila, numerosos representantes del equipo de gobierno y oposición municipal.

Entrenando al Corazón

Tras la noche de verbena que prosiguió a la presentación de reinas, las andaduras del domingo 25 comenzaron a partir de las 12:00, con el recorrido en bicicleta por las calles del barrio.

Temiendo la lluvia, el evento estuvo a punto de ser suspendido por la falta de asistentes en un primer momento. No obstante, la aparición de unos veinte miembros de la Escuela de Ciclismo de Novelda permitió que la balanza se inclinase a favor de realizar el trayecto que, en esta ocasión, contaba con un trazado de calles distinto al de años anteriores.

Mientras que, en un principio, la falta de participación había supuesto un problema, finalmente asistieron a la cita de 80 a 90 personas de todas las edades: mayores, jóvenes e incluso padres con sus niños. Niños de entre los cuales surgió el único percance de la mañana, en el que un infante cayó de su ciclo sin ocasionarse más que un leve rasguño.

Al final del circuito se hizo entrega de un helado y una medalla conmemorativa a todos los participantes, en agradecimiento a su presencia en el acto deportivo.

Este evento, junto al Cross Popular y la Marcha a pie del Sagrado Corazón, es organizado por el coordinador de actividades deportivas, Fulgencio Munuera Muñoz quien, cada año, pone su mayor empeño y esfuerzo en hacer del deporte una parte indispensable de la fiesta y tradición en el barrio noveldense.

Divirtiendo al Corazón

Y porque los niños son el alma de la fiesta, el barrio organizó, a lo largo de la semana, diversas actividades pensadas especialmente para ellos.

Desde la chocolatada del lunes 26, en la que a todos creció un dulce bigote, hasta el concurso de disfraces del domingo 1, donde la participación es, casi exclusivamente infantil, los niños tuvieron ocasión de ser los protagonistas en gran parte de las celebraciones.

Tanto es así que el jueves 29 fue titulado “Día de los niños” por el número de actividades dedicadas solamente a ellos; montados en la calle Elda, junto a la ermita del barrio, cinco castillos hinchables hicieron las delicias de los más pequeños. Para aquellos que, por otra parte, no deseasen ir de bote en bote, se cortó el tráfico de la calle transversal y se ofrecieron tizas de colores para que pudiesen decorar el asfalto.

Compartiendo con el Corazón

De entre todos los actos y eventos organizados por y para los vecinos, ninguno congregó tantos como aquellos en los que el factor principal es la convivencia de todos los asistentes.

Las gachamigas y paellas, propias de todos los barrios noveldenses, reunieron de nuevo a un gran número de pinches y cocineros en el descampado de la calle Elda. Con índices de participación que superaron a los de años anteriores, los ingredientes y existencias se agotaron con rapidez ante la demanda.

No obstante, ningún índice superó al de la cena de convivencia del viernes 30, en el que bajo un cielo nublado de constante, la amenaza de lluvia y las bajas temperaturas, se contó la increíble cifra de 817 personas, congregadas todas ellas para disfrutar de una cena preparada por y para familiares y amigos.

Finalmente, tras más de una semana de incesante ajetreo, el barrio se despidió de sus fiestas 2008 con un castillo de fuegos artificiales que iluminó el cielo nocturno del domingo 1 de junio.

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