Están realizando diferentes actuaciones contra este insecto, pero las altas temperaturas y la falta de lluvias han propiciado su expansión tanto por la ciudad como por los alrededores.
La procesionaria del pino es una oruga cubierta de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos. En los animales, los efectos pueden ser peores, provocando incluso la muerte. Por esta razón, desde la concejalía de Sanidad, su titular Pilar García, ha querido pedir a los ciudadanos “precaución” a la hora de pasear con las mascotas tanto por la ciudad como por los alrededores, ya que la población de procesionaria es elevada debido a las altas temperaturas y a la falta de lluvia de los últimos meses.
Desde las áreas de Medio Ambiente y Sanidad están trabajando conjuntamente para la limpieza de “bolsones” de este insecto en los pinos, ya que “los tratamientos preventivos que se llevaron a cabo en noviembre no han tenido el efecto esperado”, según explicaba el técnico Paco Soro, que advertía también que el mes de marzo será el de más peligro para los animales.
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