¿Quién no ha querido tener un animal de compañía cuando era un niño? La idea de tener un perro o un gato en casa emociona a todos los pequeños, y muchas veces los padres no se paran a considerar los beneficios. La ciencia demuestra que tener un animal en casa tiene más ventajas positivas que simplemente satisfacer un capricho infantil.
Las mascotas protegen en todos los sentidos
No hace falta tener un perro guardián para proteger a la familia. Un gato o un perro de tamaño pequeño ya lo hacen. ¿Cómo? Ayudando al sistema inmunológico del niño, ya desde bebé. Los estudios demuestran que los niños que han convivido con animales de compañía tienen un 50% menos de probabilidad de sufrir alergias. Si además viven en una granja o en el medio rural, con contacto con animales como caballos, el índice de afecciones es aún menor.
Por otro lado, los niños desarrollan vínculos emocionales con los animales, lo que desemboca en el crecimiento de valores como cooperación, responsabilidad y generosidad. También han demostrado su efectividad con personas con necesidades especiales. Un perro o un gato pueden ayudar más a un niño con autismo que horas de terapia. Para los mayores, también hay ventajas. Las personas de la tercera edad que tienen mascotas y desarrollan lazos afectivos con ellas, tienen menor riesgo de sufrir ataques al corazón y se recuperan antes de infartos y cirugías.
Implicación en todos los ámbitos
La implicación del niño no debe limitarse al juego. Muchas veces, ocurre que los pequeños son los que juegan con el animal, y los padres los que se ocupan de tareas menos placenteras como pasearlo, cepillarlo, educarlo, alimentarlo… Es muy importante que los niños tengan claro de que no se trata de un juguete, sino de un ser vivo con el que han adquirido una responsabilidad. Teniendo siempre en cuenta las limitaciones del niño, es importante que se impliquen en todos los aspectos. Ciertamente, un niño de tres años no va a sacar a pasear solo al perro, pero puede acompañar a sus padres. Los que cuidan de sus animales tienden a ser adultos más responsables y consecuentes con sus actos.
Los beneficios son numerosos, pero antes de adquirir la mascota, es importante que el niño sepa lo que supone cuidar de un ser vivo. Por otra parte, también es necesario que los adultos conozcamos que cuidados necesitará nuestra mascota para su salud y bienestar. No olvides contactar con tu veterinario más cercano para que te informe del tratamiento de vacunas que necesita tu animal de compañía tanto por su salud como por la de vuestra unidad familiar. Existen otros factores que tendrás que tener en cuenta como qué tipo de pienso veterinario necesitará tu mascota, que modelo de cepillo es mejor para su piel, diferentes tipos de correas, etc… Si quieres empezar a hacer un presupuesto sobre los costos de tener una nueva mascota en casa en webs especializadas como MedicAnimal.es, puedes empezar a comparar para conocer el presupuesto que una mascota puede suponer al bolsillo familiar.
Por último, tómate tu tiempo en elegir bien, sin duda un perro o un gato son los animales con los que más fácilmente se entenderán los niños. Pero especie, raza y temperamento son tres factores a considerar antes de decantarse por uno u otro.