El Centro Cívico de Novelda acogió un entrañable acto repleto de recuerdos y sentimientos, que arrancó con un rápido repaso en instantáneas a las distintas actividades que ha realizado Cruz Roja de Novelda (de la que también dependen los municipios de Agost, La Romana, Pinoso y Monforte del Cid), haciendo también mención en esta presentación a los distintos talleres y órganos de los que se compone. Al finalizar, la actual presidenta de Cruz Roja Novelda, María Jesús Navarro, alabó especialmente la labor de todos los voluntarios, “piezas fundamentales” de esta institución. LA NOTICIA INCLUYE VÍDEO
A continuación, el presidente provincial de Cruz Roja, Emilio Bascuñana, el alcalde de Novelda, Mariano Beltrá, la alcaldesa de Monforte del Cid, Antonia Cervera, el alcalde de Agost, Joaquín Castelló y la presidenta de Cruz Roja Novelda, María Jesús Navarro, tomaron posiciones para la entrega de galardones a los cuatros presidentes que han pasado por Cruz Roja Novelda en su historia, en reconocimiento a su trabajo y dedicación por esta institución internacional.
La primera placa correspondió para Gonzalo Castelló, quien reconstruyó aquellos difíciles días donde apenas disponía Cruz Roja de una ambulancia en condiciones, así como el trágico accidente “de un soldado hijo de Novelda y Julia” que marcó a muchos noveldenses por aquellos tiempos. Castelló también agregó que la compra de la antigua casa de Cruz Roja se realizó por tres millones y medio de las antiguas pesetas, que retribuyó Madrid y Novelda en un 50%.
Por su parte, Miguel Cantó realizó una breve intervención en donde se destacó de su mandato (1993-1998) la creación del departamento de voluntariado así como la modernización de las ambulancias. “Acepté el homenaje por todos los voluntarios que hacen todo esto posible”, señaló.
El reconocimiento más esperado, el de Jesús Navarro, sorprendió a público y presentes por la frescura y sinceridad de sus palabras, rebajando inteligentemente la intensidad de una polémica (su cese como presidente) en la que no valía deparar en demasía. “Mi caso es bastante excepcional y privilegiado porque fui expulsado de Cruz Roja (risas del público). Y no le guardo rencor a quien me echó. No podía resistir que las ambulancias estuvieran paradas y fui cesado. Pero tuve un privilegio que no tuvo nadie”, comentó Jesús Navarro, quien tuvo que afrontar la problemática de la salida de los objetores de conciencia en su presidencia (al finalizar la “mili”), obligado entonces a reactivar la imperiosa necesidad de inscribir voluntarios.
Amelia Torregrosa cerró el acto de los homenajes, y definió a Cruz Roja Novelda como un espacio que “atrae” y al que te sientes “enganchada aunque te vayas o permanezcas lejos de ella”.
El acto estuvo presentado por María Jesús Amorós, quien selló su intervención con la lectura de un emocionante texto del escritor uruguayo Mario Benedetti.
La gente de Cruz Roja Novelda también respaldó el acto con una masiva presencia, ataviados de sus chalecos rojos y habitual vestuario, con la presencia además de la vicepresidenta local de Cruz Roja, Carmen Payá.
Finalmente, se emitió un vídeo realizado por varios voluntarios de Cruz Roja Novelda, y al que todos los lectores de NOVELDADIGITAL tienen acceso si pinchan y conectan el audiovisual que incorpora esta noticia.
Entre el público, numerosas autoridades como los concejales Víctor Cremades, Benigno Martínez, Salvador Martínez, José Manuel Martínez, Mariló Cortés, Francisco Cantó y, del Partido Popular, Ramón Martínez, Rafa Sáez, Valentín Martínez y Mayte Botella.
En el verano del 2007 asistí a un paseo a Benidorm que la Cruz Roja organiza para las personas de la tercera edad acompañando a mi tía Carmina Alonso y pude ver la manera en que los voluntarios tratan a estas bellas personas de la tercera edad. Vivo en México y me traje entre tantos recuerdos de mi pueblo uno valioso de esos voluntarios maravillosos de la Cruz Roja. Dios los bendiga a todos y cada uno de ellos por tan generosa y desinteresada labor. Mis felicitaciones para todos ellos
No pude asistir al acto por estar ausente, pero cuando he visto y leido la reseña en NOVELDADIGITAL, he sentido recuerdos y sentimientos de mi paso como voluntario en Cruz Roja,que fueron años difíciles y duros, como muy bien dijo D. Gonzalo Castelló en sus palabras, ya que los dos tuvimos la suerte de pertenecer a las Asambleas Locales de aquellos años 70, junto con otras personas, que todavía están y de otras que ya no están.
En cuanto a la compra de la Casa-Palacete, como denominó la Asamblea Nacional de Cruz Roja, sí que se pasaron muchas muchisimas dificultades hasta su compra final, más de las que, presuntamente y personalmente pienso, han habido para la venta-cesión o permuta que ahora se ha realizado, no lo sé. Dos de las muchas dificultades de entonces, fueron las visitas de reconocimiento a la casa , del Arquitecto General de Obras y del Inspector General de Tropas de Cruz Roja Española, en las cuales fuí testigo presencial de las mismas, por estar allí.
El primer contacto que tuvo con Cruz Roja D. Miguel Cantó, tengo que decir que yo tuve algo de «culpa» y que como Voluntario-Socorrista y luego como Soldado-Socorrista y Cabo-Conductor de Ambulancias, fue un exelente cumplidor de su deber. Todo eso lo puedo asegurar porque entonces yo era su Jefe directo.
En cuanto a D. Jesús Navarro, me consta que, el tiempo que estuvo de Presidente, actuó con arreglo a su conciencia y muy acertadamente, ya que, gracias a su decisión que le costó el «cese», tenemos hoy el magnifico parque de Ambulancias que siguen circulando y que otros quisieran tener.
Las palabras de Dña. Amelia Torregrosa, fueron como si me trasladaran al Reglamento General de Cruz Roja de los años 70, en el cual había un artículo que decia, – El Voluntario de Cruz Roja, no se jubila nunca, sino que pasa a la Reserva Activa – Ese es el sentimiento que «padecemos» todos los que hemos pertenicido y estado, en un sitio o en otro, en la Digna Institución que es CRUZ ROJA ESPAÑOLA