Andreu Torregrosa hablará este jueves sobre las fiestas del invierno en Novelda

La Asociación de Danses Lli i Llana continúa trabajando para recuperar el patrimonio histórico inmaterial de la ciudad, como la fiesta del Rei Paixarò, que se representó en Novelda este año después de más de 200 años.

El Centro Cultural Gómez Tortosa acogerá este jueves, 7 de abril, a las 19.30 h., una conferencia del historiador Andreu Torregrosa titulada “Festes d’hivern o el món al revés” en la que hará un repaso de la fiesta del Rei Paixarò, que se recuperó este año en Novelda después de más de 200 años.

Esta conferencia se enmarca dentro del proyecto de la asociación de Danses Lli i Llana de recuperación del patrimonio histórico inmaterial de la ciudad. “Queremos que se conozca cada vez más la cultura popular, que tiene muchos matices en esta zona”, explicaba su presidenta, Sonia Beltrán. Y es que estas fiestas han perdido muchas veces su sentido por el paso de una sociedad agrícola a una industrial como la actual.

La concejal de Cultura, Mado Abad, ha agradecido “el esfuerzo de recuperación de nuestro patrimonio histórico” que está realizando esta asociación, e invitaba a los ciudadanos a disfrutar de esta conferencia.

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3 COMENTARIOS

  1. Vaya solemne tontería. Primero no se puede confundir «recuperar» con «recrear» que es lo que realmente se está haciendo aquí. Recuperar supone volver a tomar algo que se había tenido, pero se da por supuesto que va referido a algo que se ha vivido o ha tenido lugar en determinado momento que aún se recuerda. Por ejemplo: Recuperar bailes como la jota, sardana, muixeranga… Porque han tenido una continuidad y aunque hayan perdido peso o desaparecido unos años en X o Y localidad permanecen en la memoria y el recuerdo en esos lugares. Así sí es correcto hablar de recuperar un patrimonio.

    Lo que aquí pretenden hacer es «recrear» y como bien define la RAE en la primera acepción del término, significa: «Crear o producir de nuevo algo.» El problema de crear o producir algo de nuevo como son las tradiciones, basándonos en testimonios escritos, (los cuales como bien sabe todo historiador, el testimonio escrito es subjetivo y respondiendo a determinado a interés.) Basándonos en ellos sería crear una recreación aproximada, que no exacta.

    He ahí la diferencia, hablar y presentarlo como «recreación» de tradiciones antiguas es lo correcto. Dado que hay un abandono de 200 años, lo cual supone en torno a cinco generaciones de ausencia, por lo que en ningún caso es una tradición nuestra ¡Si hasta nos parecen lejanas las vivencias, juegos… de nuestros padres! Por lo que resulta un poco ridículo y fuera de lugar. Para eso ya está la ciencia ficción de Spilberg juntando dinosaurios con personas. Y no es tan distante esta asociación si pensamos que la mayoría no saben ni quiénes eran o se llamaban sus bisabuelos, o quiénes son parte de su familia en segundas ramas.

    Por lo que «recrear» como curiosidad y puesta en valor es perfecto, pero intentar reimponer una tradición dejada atrás de forma tan dilatada en el tiempo… Pues adoptemos las costumbres romanas o de su época… Porque también lo FUIMOS, pero no SOMOS. (Aunque aún perdure una con variaciones como es la tauromaquia, pero sin interrupciones de varias generaciones.)

  2. Y otra cosa, que casi paso por alto; Como el resto de este país casi siempre a la cola de las demás naciones principales, la industrialización salvo los focos de Barcelona, País Vasco (Vascongadas en aquél entonces), y Madrid en menor medida, las cuales sí tuvieron impulso y cambio de sociedad agroganadera en el campo, burguesa en la ciudad a industrial durante el S.XIX, y solo en los focos urbanos, el resto del país permaneció en la socidad rural hasta bien entrado el S.XX y el agravante de la Guerra Civil que invirtió brevemente el éxodo rural a la ciudad. Novelda no es la excepción, hasta superada la guerra civil si bien es cierto que desde el cambio de siglo comienza una incipiente industria no logrará superar a la actividad agrícola. Como bien es sabido la casa de «la Pichocha» se construyó con los réditos del cultivo del tomate permitidos por la traída de aguas que realizó el Capellà Margall. E incluso en tiempos de la República se pensó en revestir una habitación con pesetas como ostentación, pero al aparecer en muchas aún la efigie del monarca se ordenó fuesen dispuestas de canto, por lo que el coste dejó en vía muerta la idea.
    Más tarde ya superada la contienda sí toma las riendas la industrialización en Novelda, al igual que en la mayoría de España junto con el éxodo rural, por lo que decir que estas tradiciones se perdieron con el paso de sociedad cuando muchos de nuestros abuelos vivieron ese cambio como mucho nos arroja remanentes de un espacio de 40 a 60 años para perderse esas tradiciones, no antes del cambio de siglo del XIX al XX, por lo que el argumento generalista de que se perdieron durante este momento… se desmonta por sí mismo.

    Pero si se profundiza y sí se habla de casos concretos como era cuando durante las festividades los carros repletos de flores que se lanzaban, en este momento sí hablaríamos de recuperación correctamente, porque quedan personas que lo recuerdan en ese caso; la generación que lo vivió aún permanece.
    Un saludo.

  3. Uffffffffff.
    Hay que ver lo que da de sí una palabra (recuperar) para algunos.
    Desde aquí mi enhorabuena a Sonia y agradecimiento a Mado por el interés en difundir nuestra cultura popular.

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