El empresario y pintor noveldense, expone 14 obras de dibujo a plumilla, en el que plasma los detalles arquitectónicos, ornamentales, muebles, decoración, etc. de la Casa Museo Modernista, espacio que acoge la muestra hasta el 31 de agosto
Luis Sánchez nació en Novelda en 1940, de profesión es aparejador y cantero, aunque desde pequeño ha sentido la inspiración que sólo los elegidos tienen. El Arte era lo que más el gustaba, por eso a los 8 años comenzó a dibujar, “lo primero que pinté fue una alcachofa. Recuerdo, siendo muy niño, como tanto el profesor, mis familiares y vecinos, me felicitaron al ver mi dibujo a lápiz y sobre todo, recuerdo con especial cariño, como mi querida vecina Justina, me decía cada vez que nos veíamos, que hasta se podía comer. Aunque yo creo que exageraban un poco”, apunta Sánchez.
Ya cuando cursaba sus estudios Superiores, su padre vio cómo dedicaba mucho tiempo a sus dibujos, (aunque solía hacerlo en sus períodos vacacionales). Un día le dijo: “A estudiar o a trabajar. No quiero verte perder más el tiempo”. Al principio, se quedó sorprendido de aquella reacción, pero con el paso del tiempo, “entendí lo que mi padre quería para mí. Él, era cantero de profesión y recorrió media España realizando importantes obras de cantería. En aquellos años de tanta escasez de todo, vio más incrementada la dificultad que tenían en aquellas ciudades el grupo social que componían los artistas: pintores, dibujantes, músicos, etc., para hacerse un hueco en el mundo del Arte y para poder sobrevivir. Por supuesto, él no quería eso para mí”, explica el pintor. Así que dejó su afición, aunque ha estado latente durante 45 años, hasta que un cambio radical en su vida laboral le llevó a volver a dibujar.
Un buen día, cayó en sus manos una fotografía, con las dos fachadas de esta Casa Museo Modernista tomada cuando la casa de enfrente era un solar, lo que permitió obtener una especial perspectiva del inmueble. Fue entonces cuando “decidí reproducirla a plumilla y finalizado este trabajo, fui entrando en detalles de las fachadas de ésta casa. Pasé luego a realizar algunos interiores y todavía creo, aunque la vista ya me falla un poco, que es posible que siga con algún detalle más, si Dios me lo permite”, afirma Luis Sánchez.