La Casa de la Cultura ha albergado la conferencia “Cuando fuimos descarriadas” durante la I Jornada “Fets i Memòria” organizada por la concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico.
La periodista y activista política Llum Quiñonero ha retratado durante su presentación la historia y el funcionamiento del Patronato franquista de la Protección a la Mujer.
Quiñonero ha señalado durante el acto que “la mirada del Franquismo era muy estrecha respecto al comportamiento de la mujer y a qué debería dedicarse”.
La activista política define a este ente como un patronato dedicado a controlar que en los pueblos, barrios o jardines no hubiera mujeres jóvenes “que fueran por el camino inadecuado, que fueran mujeres descarriadas”.
Una organización, «poco investigado todavía«, que sobrevivió al fin del Franquismo y a la Transición. No fue clausurada hasta el año 1985.
“Algunas conocimos esas situaciones, otras somos hijas o nietas de esas mujeres que la dictadura consideró descarriadas”, ha añadido.
Quiñonero recuerda que dicho modelo que instruyó la dictadura durante 40 años supuso unas limitaciones en la vida educativa, en la vida doméstica, y unas limitaciones legales, ya que las mujeres estaban supeditadas a la autoridad del varón.
Respecto al funcionamiento del patronato, la periodista explica que en cada provincia había un consejo encargado.
El Patronato de Protección a la mujer lo presidía la propia esposa del dictador, Carmen Polo, y políticamente lo dirigía el gobernador provincial.
Además, Quiñonero alude a la existencia, durante la dictadura, de más de 300 centros de monjas en toda la geografía española encargadas de recoger a mujeres jóvenes de entre los 15 a los casi 30 años por tener un comportamiento fuera del esquema de la dictadura.
Según la activista, dichas religiosas “las reunían y recluían para tratar de adoctrinarlas”.
Con todo, Llum Quiñonero describe al Patronato de la Protección de la Mujer como “la gran empresa represora específica contra las mujeres”.
La periodista Resalta que esta conferencia es “un homenaje a esas descarriadas que en realidad ahora somos en el presente la inmensa mayoría de las mujeres de nuestra sociedad”.