La Iglesia de San Pedro acogió el sábado 23 de marzo la Santa Misa cantada y el Besapiés de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno a su imagen titular.
Posteriormente procedieron al traslado de la imagen en procesión.
La Iglesia de San Pedro acogió la tarde del sábado la Santa Misa de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, oficiada por el párroco Eduardo Lorenzo. Tras ella comenzó el besapiés a su imagen titular, con gran participación de devotos que quisieron pasar por allí para hacerle ese gesto de cariño al Nazareno.
A continuación prepararon el trono para el traslado, poniendo sobre él plantas aromáticas como es el romero, que dejaba perfume a su paso.
Acompañados por la Banda de Cornetas y Tambores «Stmo. Cristo de La Salvación» de Aspe, salieron de la Iglesia de San Pedro, al ritmo de la Marcha Real y recorriendo varias calles del centro de la ciudad.
Finalizado el traslado y como es tradición la hermandad tenía preparado chocolate caliente, que se podía acompañar con kikos, tradicional manjar tras este traslado.
La próxima cita de esta hermandad será el Lunes Santo y el Viernes Santo, tanto por la mañana en el Vía Crucis como en la procesión del Santo Entierro.
¿Sabías que…?
La devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno en Novelda cuenta con alrededor de ciento cuarenta años.
Tras la Guerra Civil la hermandad vuelve a instaurarse a través de Francisca Navarro Amorós y su familia, protectores de la imagen titular de la hermandad.
Sólo el día del traslado la imagen es portada en andas entre ocho personas, cargando algo más de 70 kg., que se van relevando ya que la hermandad cuenta con dos grupos de portadores.
La imagen descansa durante todo el año en la Iglesia de San Pedro y es, a partir del día del traslado cuando pasa una semana en el almacén de la calle Donoso, donde proceden a llevar a cabo los preparativos de los tronos y desde donde salen para las procesiones.
En cuestión de cuarenta días, la imagen cambia tres veces de traje. El martes de carnaval, tras la procesión de las cuarenta horas, se procede a bajar la imagen del camarín, pasando a presidir el altar hasta el día del traslado. Es en este momento cuando se le cambia el traje que lleva durante todo el año, por el que lucirá durante la cuaresma, prendas más austeras y sencillas. El Domingo de Ramos se le cambia las vestiduras por el traje de procesionar que llevará hasta el Viernes Santo, siendo el Sábado de Gloria cuando se le adereza con el traje que ataviará durante todo el año, volviendo el Domingo de Resurrección a su camarín.