El conferenciante fue presentado por el presidente del Cámara Business Club Jesús Navarro Alberola y por el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Baño.
El acto se llevó a cabo en las instalaciones del campo de golf El Plantío
“El límite te lo pones tú”. Este es el título de la conferencia que el catalán Alex Roca (33) ofreció a los socios del Cámara Business Club. Alex es un deportista con un 76% de discapacidad que le obliga a comunicarse a través de lengua de signos con una sola mano inventada por él y su esposa, Mari Carmen Maza (27), que hace de intérprete y verbaliza sus signos, ambos forman un equipo indisoluble desde hace 8 años. Alex ofrece conferencias de sus valores, obstáculos, y sus sacrificios para alcanzar la gran cantidad de logros que ha conseguido.
Alex Roca Campillo (Barcelona, 1991), nació con un herpes en el cerebro, lo que le generó una encefalitis, tiene hemiplejía en la parte izquierda del cuerpo, mide 1,90 metros y pesa algo más de 50 kilos, habla con lengua de signos y babea. Pese a ello, ha completado 11medios maratones y varios maratones completos, triatlones y un acuatlón.
Más de cien socios del club Cámara Business Club pudieron disfrutar de hora y media de una emocionante conferencia impartida por Alex Roca e interpretada y verbalizada por su esposa Mari Carmen Maza.
Durante toda su vida este gran deportista ha tenido que sortear y superar multitud de dificultades de las que nadie, excepto sus padres y abuelos, daban un duro por él. «Yo vivía en dos mundos; el de casa, con unos padres y abuelos, volcados conmigo, y el de la calle, donde me sentía como un monstruo cuando salía». Alex también afirmó que le ayudó mucho tener y fijarse en los ídolos y sus valores como referentes. Su principal ídolo fue su abuelo José Campillo, que le enseño a andar con 3 años. Su abuelo también le compró su primer coche a los 19 años, después de sacarse el carnet de conducir a la primera, previo a haber sido rechazado como alumno en 5 autoescuelas. “Y nunca he tenido un accidente con el coche”
Alex Roca recuerda su paso por la escuela de educación especial del que insistió en pasar a un colegio convencional con un entorno normalizado, se comunica con sus amigos porque ellos también aprendieron el lenguaje de signos.
Esta excepcional persona y deportista transmite que el poder está en nuestras manos y con voluntad se puede cambiar todo. Alex cita también a su hermano como persona importante en su vida y que le enseñó a subir en bicicleta que le permitió participar en una prueba tan dura como la Titan Desert en el Sahara. Para Alex la paciencia es fundamental y el fracaso y el aprendizaje van de la mano.
Alex Roca no olvida nunca dos máximas: primero, «siempre hay que tener los pies en el suelo»; y segundo, al final, «el límite te lo pones tú».