Dirigido por Jose Mª Navarro Forniés, el coro ofreció un repertorio vibrante de clásicos de las décadas de los 80 a los 90 con un fin totalmente altruista: apoyar a la asociación alfafarense AADISA.
En una noche mágica que quedará para recordar, el coro ‘Cor amb Cor’ deleitó al público con un concierto excepcional el pasado viernes 13 de diciembre en el Centro Cívico de Novelda.
El evento, que comenzó a las 20:00 horas, fue mucho más que una simple actuación musical; se convirtió en un viaje nostálgico a través de las décadas doradas de la música pop y rock.
La presentadora Sonia Belda dio inicio a la velada con unas palabras que resonaron en el corazón de los presentes: «La música es una de mis pasiones en todas sus vertientes, como creo que es la pasión de muchos de ustedes». Esta declaración sentó el tono para una noche donde el arte se manifestó en su forma más pura y emotiva.
Bajo la batuta del director Jose Mª Navarro Forniés, las 26 voces del coro, acompañadas por cinco talentosos instrumentistas, se fusionaron en perfecta armonía para ofrecer un repertorio vibrante que abarcó los éxitos más emblemáticos de los años 80 y 90.
Desde los acordes nostálgicos de The Beatles hasta los ritmos enérgicos de Madonna, el coro transportó a la audiencia a través de un caleidoscopio musical de recuerdos y emociones.
El concierto no solo fue un festín para los sentidos, sino también un acto de solidaridad. La actuación se realizó en beneficio de AADISA, una asociación dedicada al apoyo de personas con diversidad funcional en Alfafar, que se vio gravemente afectada por la reciente DANA. Este gesto altruista añadió una capa adicional de significado a la velada, recordando a todos los presentes el poder unificador de la música y su capacidad para tender puentes de empatía y apoyo.
La formación de ‘Cor amb Cor’ tiene sus raíces en un profundo amor por la música y un deseo de honrar el legado del querido Alberto Alcaraz, profesor y director que formó a generaciones de músicos en Novelda. Este espíritu de continuidad y renovación se reflejó en la composición del coro, donde amigos, familiares e hijos se unieron para crear conexiones musicales y emocionales palpables en cada interpretación.
A medida que las notas de clásicos como Alaska, Los Secretos y Tequila llenaban el aire, el público se sumergió en un océano de nostalgia y alegría. El concierto se convirtió en un espacio para olvidar las preocupaciones cotidianas y reconectar con uno mismo y con los demás a través del lenguaje universal de la música.
