La bodega Casa Sicilia de Novelda se convirtió de nuevo en la antesala a las Veladas Literarias de El Maestral, en la que dos voces unidas por lazos familiares y literarios fueron protagonistas.
- Entrevistamos a Megan Maxwell y su hija, la también escritora Sandra Miró.
- Ambas presentaron sus últimas novelas en un encuentro marcado por la complicidad y la pasión por contar historias.
Aunque madre e hija comparten vivencias, sus estilos narrativos siguen caminos distintos. Mientras Sandra se ha lanzado con una historia ambientada en la mítica Ruta 66, Solo déjate llevar, protagonizada por un grupo de jóvenes músicos en su primera gira, Megan publica Nuestro largo adiós, una novela que habla de segundas oportunidades y la importancia de vivir el presente. “Es una historia llena de sensaciones que enseña que hay que vivir el momento, porque el mañana está por llegar”, explicó Maxwell.
Ambas reconocen que son muy críticas la una con la otra y que se aconsejan en los momentos de bloqueo. “Si no somos sinceras entre nosotras, ¿con quién lo vamos a ser?”, afirma Sandra, subrayando que la confianza es la base de esa relación creativa.
El vínculo literario también se refuerza con las influencias. Maxwell recuerda a Julie Garwood como su gran referente y reconoce que la lectura voraz de su madre y sus tías marcó su vocación. Para Sandra, su mayor referente es su madre: “No hay mayor inspiración que haber crecido viéndola luchar por lo que le gusta”.
Sandra confesó que escribir junto a su madre es un regalo: “Poder compartir este mundo con alguien con quien tengo tanta confianza es algo que agradezco un montón”. Su carrera como autora comenzó en 2019, después de dejar la universidad y decidirse a probar en un terreno que había visto luchar de cerca: “Crecí viéndola a ella dedicarse a esto, y me puse el reto de ver si yo también era capaz”.
Para Megan, la sorpresa fue mayúscula cuando su hija decidió dar el paso. “Ella siempre me decía que lo mío era dificilísimo, que sería incapaz. Y cuando aceptó el reto, fue un gustazo porque ahora entiende muchas cosas que antes no. Cuando le digo que me voy a la cama con los personajes, ahora me responde que a ella también le pasa”, relató entre sonrisas.
Maxwell, que ya acumula 62 novelas y que ha visto cómo algunas de sus obras han sido adaptadas al cine y la televisión, asegura que todavía siente vértigo al ver a sus personajes cobrar vida en la pantalla. “El día que estuve en el rodaje y vi a los actores interpretando a alguien que había salido de mi cabeza fue chocante, pero también maravilloso”, recordó.
La música, omnipresente en sus procesos creativos, también fue un tema recurrente en la conversación. Sandra confesó que, dependiendo de la escena, se inspira escuchando la misma canción en bucle: “Si es un capítulo con una fiesta, me pongo la canción que suena en esa escena hasta meterme de lleno en ella”.
Ambas concluyeron la entrevista resumiendo el espíritu de sus novelas en pocas palabras. Para Megan: “Vive el presente”. Para Sandra: “Salir de la zona de confort a veces trae cosas muy buenas”.
Disfruta de la entrevista completa en la que ellas desgranan algo más sus novelas y su literatura.





Deja una respuesta