Rosario Raro comparte con Novelda Digital los secretos de su Premio Azorín con “La novia de la paz” y defiende que “una buena novela debe dejar al lector con ganas de saber más”

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La escritora castellonense Rosario Raro, ganadora del Premio Azorín de Novela 2025, ha visitado este 17 de noviembre la Bodega Casa Sicilia de Novelda para compartir un almuerzo con los medios de comunicación antes de su participación en una nueva cita de las Veladas Literarias de El Maestral, en Alicante.

Durante la conversación, la autora repasó su trayectoria y desveló algunos detalles de La novia de la paz, la obra que le ha valido el prestigioso galardón.

Raro recordó con emoción la noche de la gala, cuando su nombre fue pronunciado en el ADDA de Alicante. Confesó que presentó la novela bajo el pseudónimo Kintsugi, un término japonés que hace referencia al arte de reparar con oro las grietas de la cerámica. “Me parecía una gran metáfora de la vida y de mis personajes, que también se reconstruyen a partir de sus cicatrices”, explicó. La novela llevaba por título Cicatrices de oro, y solo ella, entre las mil personas presentes en la gala, sabía que era suya. “Fue un momento mágico”, reconoció, “y sentí, como una de mis protagonistas, que la vida me había sacado a bailar”.

La autora, doctora en Filología Hispánica, ha publicado seis novelas, todas basadas en hechos reales. Hasta el año pasado impartía clases de Escritura Creativa en la Universitat Jaume I, aunque decidió dejar la docencia para dedicarse por completo a la literatura.

 “Siempre me ha fascinado la realidad como fuente de inspiración. Nos creemos imaginativos, pero el mundo real nos da los mejores argumentos”, afirma.

Esa conexión con la vida y la historia define su estilo, que ella misma describe como “novela social”, una literatura que rescata historias olvidadas y las transforma en ficción verosímil.

Su pasión por escribir nació muy pronto. “De niña, cuando una historia no terminaba como yo quería, le escribía otro final”, recordó entre risas. Aquella afición temprana la llevó a presentarse a concursos literarios desde muy joven, aunque no fue hasta los 42 años, con Volver a Canfranc, cuando pudo dedicarse de lleno a la escritura. Desde entonces, su carrera se ha consolidado con títulos de éxito y una amplia comunidad de lectores dentro y fuera de España.

Entre sus referentes cita a Max Aub y Francisco González Ledesma, autores que “fueron capaces de escribirlo todo”, y a escritoras contemporáneas como Luz Gabás, Paloma Sánchez-Garnica o María Dueñas, con quienes comparte amistad y admiración.

Considera que la literatura española vive un momento especialmente positivo: “Se habla de la excepción ibérica. Cada vez hay más lectores y más formatos que hacen llegar las historias a públicos distintos: audiolibros, ediciones digitales, adaptaciones cinematográficas… Estamos viviendo una época dorada”.

En cuanto a su proceso creativo, explicó que cada novela requiere años de trabajo. “Volver a Canfranc me llevó cuatro años y La novia de la paz la empecé en 2018”, confesó. Divide su método en cuatro fases: investigación, escritura, reposo y revisión. “La investigación es casi detectivesca; después viene la escritura, que para mí es más transcribir que inventar, porque la historia ya está en mi cabeza; luego la dejo reposar, y finalmente llega la revisión, interminable, la piedra de Sísifo de cada autor”.

La documentación ocupa un papel clave. Raro se sirve de películas, documentales y archivos digitalizados como el de la Biblioteca Nacional para cuidar los detalles: vestuario, costumbres, lenguaje, ambientes o gastronomía. “Los lectores son expertos en sus propios campos, así que todo tiene que ser verosímil. No puede haber anacronismos”, apunta.

Sobre La novia de la paz, Raro contó que su intención era escribir “una historia pacifista y de segundas oportunidades”. La protagonista, Emily Hobhouse, decide a los 35 años romper con su pasado y vivir como siempre quiso. “Es una novela de personajes fugitivos que viajan desde Europa al sur de África y hasta la India. Quería mostrar que después del dolor siempre hay vida, que las cicatrices son señal de que el sufrimiento ha terminado”, explicó. Una frase de la obra resume ese espíritu: tras una traición, no hay mejor venganza que la felicidad.

La autora compartió además una curiosa coincidencia y es que la novela se publicó el 9 de abril, justo el mismo día en que —160 años atrás— nació la protagonista real de la historia. “Fue una señal. Sentí como si Emily, desde algún lugar, fuese consciente de todo lo que estaba pasando”, contó emocionada. Desde entonces, su vida se ha convertido en un continuo viaje de presentaciones y encuentros literarios que ella misma ha bautizado con humor como el ‘Raro Tour’, con paradas en España y América Latina, de donde acaba de regresar.

En la velada literaria de El Maestral, los asistentes disfrutarán de un menú inspirado en los escenarios de la novela. “Me ha hecho mucha gracia el dossier que me ha enviado Santiago González. En Mozambique, que era territorio portugués, no podía faltar el bacalao y un pastel de almendras”, bromeó. “La próxima vez incluiré los platos pensando en lo que se servirá aquí”.

Aunque ya tiene ideas rondando, Rosario Raro asegura que no empezará una nueva novela hasta después de Navidad. “Quiero darle su tiempo a La novia de la paz. Sigo escribiendo otros textos, sobre todo relacionados con las mujeres rurales, pero la próxima novela debe esperar”.

Antes de despedirse, dejó una invitación a los lectores: La novia de la paz es una historia real, con misterio, intriga histórica y romance. “Alguien me dijo que tiene aire de Memorias de África, y algo de eso hay. Mi único propósito es no hacerle perder el tiempo a nadie: que el lector se conmueva, descubra hechos poco conocidos y, cuando cierre el libro, quiera saber más”.

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