Hoy sábado 12 de abril, la parroquia de San Pascual, en el barrio de La Estación, volvió a ser escenario de uno de los actos más emotivos de la Cuaresma en Novelda: el encendido de la Cruz de la Pasión, un símbolo que ya forma parte de la tradición de la ciudad desde finales del siglo XX.
La ceremonia comenzó con la celebración de la Palabra, presidida este año por el vicario Pablo Cremades, quien dirigió una emotiva reflexión sobre el significado de la Cruz en la vida cristiana. La eucaristía contó con la presencia del presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, Francisco López Peral, junto a miembros de la Junta, autoridades locales y numerosos fieles que se congregaron en este acto cargado de simbolismo.
Tras la lectura del Evangelio, los asistentes se trasladaron a los soportales de San Pascual, donde tuvo lugar uno de los momentos más esperados: la bendición y el encendido de la Cruz de la Pasión.
Este acto, que recuerda la muerte y resurrección de Jesús, representa el inicio espiritual de la Semana Santa en el barrio de La Estación. Las distintas cofradías de Novelda, cada una con su representación concreta de la Pasión, la redención de Cristo o el acompañamiento de la Virgen María, viven este acto como un punto de encuentro común y de fe compartida.
La jornada concluyó con un concierto de la Banda de Cornetas y Tambores del Ecce Homo, que interpretó con su maestría habitual las marchas Stabat Mater, de Zoltan Kodaly, La Soleá, de Alberto Escámez, Sagradas Vestiduras, de Antonio Velasco, y finalizó con la solemne Marcha Real.




















