Como si el cielo quisiera sumarse al recogimiento de la Semana Santa, la lluvia volvió a hacer acto de presencia justo en el momento en que finalizaba la tradicional procesión de Las Mantillas, organizada por la Cofradía de la Santa Mujer Verónica.
Al igual que el año pasado, las primeras gotas comenzaron a caer en las puertas de la iglesia de María Auxiliadora, justo cuando se disponían a finalizar el recorrido.
Sin embargo, esta vez la organización ya estaba alerta. Con previsión y mimo, se protegieron las imágenes con plásticos especiales para evitar que se deterioraran por la humedad. Así, aunque la lluvia fue suave, no sorprendió a nadie.
La procesión dio comienzo puntualmente a las 20:00 h con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía del Descendimiento de Jesús de Novelda, que marcó el ritmo solemne de la salida. Tras ellos, los capuchos y cofrades abrían paso al trono de la Santa Mujer Verónica, seguidos por las elegantes Mantillas que acompañaban al trono de San Juan de la Palma.



Cerrando la comitiva caminaban el párroco Antonio Alcolea, miembros de la Junta Mayor y autoridades locales, escoltados por la música de la Unión Musical La Artística.
El recorrido, que partía desde la Iglesia de María Auxiliadora, discurrió por las calles Monforte del Cid, Luis Cortés y Aspe. Pero, al llegar a la Iglesia de María Auxiliadora, en un gesto rápido y coordinado, los cofrades procedieron a guardar cuidadosamente las imágenes y secar lo mojado.