Los infantiles del Noveldense no pudieron el pasado fin de semana con sus rivales de Petrer. (Crónica de Xavi Abad)
El partido empezó a las 9:15. Fuera de todo pronóstico el equipo local consiguió adelantarse en el marcador fue el Noveldense. Apenas se llevaban 5 minutos de partido cuando Vicente robó un balón en el centro del campo y desde legísimos y con una buenísima vaselina consigue batir al portero rival. Pero solo fue un espejismo. El Petrelense supo rehacerse del gol local y empezó a atacar con mucha fuerza y claridad. Pero el gol visitante no llegaría hasta los últimos 10 minutos de la primera parte, fallo al despeje de la zaga local y el delantero visitante muy atento, consigue empatar el partido. El segundo gol visitante llegaría tras un balón largo a la espalda de los laterales que, por físico, no pudieron impedir que el extremo petrelense marcara. La primera parte acabó con un apretado marcador de 1-2 y con oportunidades para los dos equipos en la segunda parte.
Pero en la segunda parte nada cambió y el Petrelense en apenas un minuto ya había sentenciado el partido. El Noveldense carecía de intensidad, no se iba fuerte a los balones, parecía que no se quisiera ganar el partido y eso el Petrelense supo aprovecharlo, con un balón largo a la espalda consiguió sentenciar más si cabe el partido. Pero a partir de ahí el Noveldense dio su mejor cara, empezó a plantarle cara a sus rivales y a partir de ello empezó a tener claras ocasiones de gol. Pero el que consiguió marcar fue el Petrelense de nuevo, en un córner y por físico consiguieron rematar de cabeza y poner el 1-5 en el marcador.
Pese a ello el Noveldense no agachó la cabeza y siguió jugando a lo suyo con claras ocasiones de mano a mano de Segura y Verdú y, en el último segundo, Vicente iba a marcar el 2-5 para los locales pero cuando iba a definir solo contra la portería el árbitro, muy descarado pitó el final del partido y evitó que delantero noveldense anotara. Y así acabó el partido, dura derrota para el equipo pero que no quiere decir en absoluto que se tire la toalla, ahora a pensar en el próximo rival y a no agachar la cabeza.