El Club Novelder de Muntanyisme sale de excursión por la Sierra de la Solana

El pasado domingo, 24 de octubre, el Club Novelder de Muntanyisme realizó la actividad programada en el calendario anual a la sierra de la Solana, que se encuentra al norte de la población de Beneixama, en el extremo nororiental de l’Alt Vinalopó, ocupando una vasta extensión de terreno, en su mayoría recubierto de tupido bosque que, de oeste a este, se prolonga a lo largo de unos 25 kilómetros. (Texto de Ramón Sala)

(Galería de imágenes)

El macizo montañoso de la Solana contemplado desde el histórico valle de Beneixama (en el año 1244 se firmó el tratado de Mirra, por el que se fijaban las fronteras entre las coronas de Aragón y Castilla), valle que desde Villena se adentra hasta Bocairent, se nos presenta como una modesta sierra de suaves perfiles, aparentemente sin ofrecer ningún atractivo especial desde el punto de vista senderista y montañero. Pero nada más alejado de la realidad, pues una compleja y completísima red de caminos, sendas y pistas forestales discurren entre generosa y densa vegetación a través de innumerables lomas, altiplanos y barrancos, conectando un buen número de albergues, fuentes, pozos de nieve, aljibes y hornos de cal, enclavados en rincones de singular valor paisajístico y cultural, conjunto que hace de esta sierra un lugar ideal para la práctica del senderismo.

En la excursión recorrimos alguno de los tramos que el sendero de pequeño recorrido PR CV-52 nos ofrece. Comenzamos en el albergue de la Talaeta, a unos 2 km de Beneixama, adentrándonos en el barranco del Madroñal. En él pudimos contemplar un horno de cal, también admiramos el único pozo de nieve existente en la sierra, de proporciones grandiosas y, junto a él, el refugio de los nevaters, construido con la tradicional técnica de la piedra seca. Por la pintoresca senda del Madroñal ascendimos hasta el albergue de Rita.

Seguidamente continuamos por el umbrío barranco de la Mollonera, por el que llegamos al bonito rincón donde se encuentra enclavada la Font de la Dueña, lugar donde almorzamos y reparamos fuerzas en animado ambiente. Continuamos hasta la Caseta de Castelló, desde donde iniciamos una prolongada subida, por la senda del Toll Vell, hasta la Caseta dels Caçadors, desde donde pasamos al cercano vértice geodésico de la sierra: la Ascensión, de 1.005 metros de altitud. Desde este punto pudimos deleitarnos con una espléndida panorámica en todas direcciones, especialmente del tupido bosque de pinos y carrascas que, hacia el norte, tapiza toda la sierra de la solana.

Proseguimos por la torre-observatorio del Blanquinal hasta l’Alt dels Tres Pinets, cota máxima de la montaña, con 1.018 metros de altitud, y por la senda del Blanquinal descendimos hasta el punto de partida, en el albergue de la Talaeta, donde finalizamos esta sorprendente excursión, sin duda alguna realzada y completada por el soleado y magnífico día que nos acompañó.

Otras noticias de interés

7,727FansMe gusta
2,647SeguidoresSeguir
2,764SeguidoresSeguir
4,770SuscriptoresSuscribirte

últimas noticias