El montañero noveldense Ramón Sala, junto con otros compañeros del Centro Excursionista Eldense, realizó entre el 19 y el 24 de agosto una travesía por el Pirineo Central alrededor del macizo del Vignemale. Dicho macizo es uno de los más atractivos de los Pirineos por su carácter de alta montaña y por la originalidad de su morfología. Pocos son los grandes picos pirenaicos que tienen el privilegio de poseer una silueta tan destacable, especialmente las vertiginosas paredes y aristas de la cara norte, o el vasto glaciar suspendido de Ossoue, el segundo de los Pirineos en cuanto a superficie después del Aneto.
La travesía comenzó en la población oscense de Sallent de Gállego, ascendiendo al refugio del Respumoso en el circo de Piedrafita, desde donde se continuó hacia el collado de la Facha, para coronar la cumbre de la Gran Facha, un “tresmil” de hermosa y escarpada forma piramidal. Ya por tierras francesas se llegó al refugio de Wallon, en el valle de Marcadau, entrando seguidamente por los collados de Aratille y los Mulos en el incomparable valle de Gaubé, donde se encuentra el refugio de Oulettes estratégicamente situado al norte del Vignemale.
Por el collado de la Hourquette d’Ossoue se alcanzó la cumbre del Petit Vignemala, otro “tresmil” espléndidamente situado para observar el glaciar de Ossoue, en la cara este. Seguidamente se llegó al refugio de Baysellance, el más alto de los Pirineos (2.651 m), desde donde se inició el descenso hacia el valle de Ossoue por el aéreo sendero suspendido en cornisa sobre los abismos de un profundo barranco.
Un último ascenso por el menos agresivo valle de la Canau les situó en el collado y lago de Bramatuero (este último uno de los más bellos y recónditos del Pirineo), y ya de nuevo en España, tras un prolongado y fuerte descenso, llegan a San Nicolás de Bujaruelo. Por un umbrío sendero que discurre paralelo a las aguas del río Ara terminan en el Puente de los Navarros, finalizando la travesía en la cercana población de Torla, puerta de entrada al Valle de Ordesa.
Un extraordinario recorrido de unos 85 km y un ascenso acumulado cercano a los 4.000 m, a través de valles, collados, ríos, torrentes, lagos, glaciares y neveros persistentes, grandes cumbres…, circunvalando uno de los macizos más admirable de toda la cordillera pirenaica: el Vignemale.