Está dirigido a alumnos menores de 16 años con dificultades de adaptación en los centros escolares y les ayuda en temas como la incorporación laboral.
Las instalaciones del Casal de la Joventut acogen las actividades de un programa dirigido a alumnos menores de 16 años con dificultades de adaptación al medio escolar matriculados en centros de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que, según señaló la concejala de Educación, Kary Crespo, «tiene como finalidad retomar su asistencia a los centros educativos y mejorar su rendimiento académico y las habilidades sociales». Crespo puntualizó que, «aunque en este momento solo hay alumnos de estos dos centros, el programa está abierto a alumnos de todos los institutos de Novelda». La adquisición de habilidades sociales en un entorno diferente al habitual es uno de los objetivos de Aula Compartida, una iniciativa que ofrece a los jóvenes «la posibilidad de reforzar sus estudios con una programación personalizada y en un espacio alternativo», declaró Joan Pastor, técnico de Juventud.
El programa que se desarrolla en Novelda es seguido por 16 alumnos de los dos institutos locales, con una carga lectiva de 8 horas semanales para cada instituto. El plan de atención a la diversidad e inclusión educativa cuenta con el apoyo de un profesor del centro durante las sesiones y está coordinado por la educadora social Ana Carrasco, quien ha elaborado una programación que trabaja aspectos educativos adaptados a las diferentes necesidades, el desarrollo personal y social y la incorporación al mundo laboral con la intención de que el alumno «conozca sus potencialidades y limitaciones, tenga apoyo en el proceso y construcción de sus identidades, en la resolución de conflictos y desarrolle la expresión de pensamientos y opiniones, entre otros objetivos generales», explicó Ana Carrasco. Información sobre la oferta laboral «conociendo empresas de la localidad y la formación necesaria para los diferentes puestos de trabajo» es el eje central del programa durante el segundo trimestre, tal como anunció la educadora social, quien agradeció la colaboración de empresas locales y del Centro de Salud. Durante el primer trimestre, los alumnos han trabajado en talleres de alimentación, de violencia de género, de acoso escolar e inmigración, «además de unas clases de defensa personal ofrecidas por el Casal de la Joventut», apuntó Carrasco.