El desafío CanSat es una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que reta a estudiantes de toda Europa a construir y lanzar un mini satélite del tamaño de una lata de refresco, una especie de satélite real.
Un CanSat es una simulación de un satélite real, integrado dentro del volumen y la forma de una lata de refresco. El desafío para los estudiantes es adaptar todos los subsistemas principales que se encuentran en un satélite, como la energía, los sensores y un sistema de comunicación, dentro de este espacio tan reducido.
De esta manera, cuando el CanSat está listo, se introduce en un cohete, que se lanza hasta una altitud de aproximadamente un kilómetro. Entonces comienza su misión. Durante la caída se realiza un experimento científico y/o una demostración tecnológica además de lograr un aterrizaje seguro y analizar los datos recopilados.
El minisatélite ‘MolaSat’ recopilará datos clave sobre la atmósfera (temperatura, presión, altitud) durante su descenso, eviándolos a una estación terrestre para su análisis gráfico. El estudio de estos datos contribuirá a mejorar la capacidad predictiva de eventos meteorológicos. También medirá otros parámetros ambientales, como humedad y calidad del aire, proporcionando información valiosa para evaluar su impacto en la salud y el medio ambiente. Un sistema de paracaídas garantizará un aterrizaje seguro, mientras que un receptor GPS permitirá su localización.
La Competición se realiza a nivel europeo, donde participa un equipo de cada uno de los estados miembros de la ESA. Los equipos ganadores de las fases regionales avanzarán a la final nacional, donde se elegirá al representante del país para la competición europea.