Miles de noveldenses acompañaron ayer en romería a Santa María Magdalena hasta la Iglesia de San Pedro, donde presidirá las fiestas patronales y de Moros y Cristianos.
Novelda vivió ayer uno de los días más importantes de todas las fiestas en honor a Santa Mª Magdalena. La patrona de la ciudad, «la perla de Oriente», «la moreneta del Castell» ya está en la Iglesia de San Pedro para presidir las fiestas patronales y de Moros y Cristianos. Los noveldenses le brindaron ayer una calurosa acogida con miles de personas participando en la romería de bajada, que comenzó justo después de la tradicional misa en el Santuario, oficiada por el párroco de Novelda, Francisco Rayos y el noveldense Antonio Verdú.
El alcalde, Fran Martínez, fue el encargado de recoger la talla de la Santa para que el patronato pudiera instalarla en las andas de la romería. Después, acompañada por su pueblo, bajó hasta el Paseo de los Molinos. En el camino, muchos fueron los que quisieron portarla, tocarla o alabarla en las diferentes paradas tradicionales.
Una vez en el Paseo de los Molinos fue bajada de las andas y le cambiaron la cruz y la corona, además de engalanarla con su ajuar para cambiarla al trono de la procesión, que estaba precedida por muchos de noveldenses alumbrando, además de los cargos festeros, acompañados de sus filàs de honor, las reinas y damas de las fiestas, las autoridades civiles y las eclesiásticas.
A su llegada a San Pedro fue portada por la Policía Local y realizó la vuelta por la Plaza Vieja, donde fue recibida con miles de aleluyas. A su entrada en el templo parroquial, los noveldenses cantaron el himno a la Santa para recibirla en una Iglesia totalmente abarrotada.
Una vez en su lugar se lanzó la albà a la Santa desde la terraza del edificio de la CAM, anunciando así a todo el mundo que Santa Mª Magdalena está en Novelda.
Concierto del Orfeón Noveldense Solidaridad
Como es costumbre, el acto terminó con un concierto a cargo del Orfeón Noveldense Solidaridad en el interior de la Iglesia de San Pedro. La agrupación coral ofreció diferentes piezas y terminó con el himno a la Santa, que cantaron mirando hacia el altar mayor.