El concierto solidario cuya entrada tuvo un coste de un kilo de arroz o azúcar, que fue enviado por la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui, contó con las canciones de tres cantautores al mismo tiempo que la proyección de imágenes del desierto y las personas que habitan Tindu
El consell de la Joventut organizó un concierto en colaboración con la Asociación Pueblo Saharaui, al que han invitado a los cantautores Luis Mendes, Jesús Puche y David Berenguer, junto con los percusionistas Chechu y el señor Flaco. Este encuentro que acogió cerca de 100 personas en el centro cívico que han aportado sus “granitos de arroz”, como ha delcarado el presidente de la Asociación Pueblo Saharaui, Ramón Albero. El evento valió para dar a conocer que “hace 32 años a esta gente la tiraron de su tierra”, comentó el artista, David Berenguer, y añadió que “tratamos de haceros llegar sus inquietudes”.
Los cantantes nterpretaron en el concierto solidario los temas: “Queda soñar”, “Pa´mi Pati”, “Algo bueno”, “Levántate”, “Prisionero de la melancolía”, “Sólo te pido”, “Volando”, “Echar a andar”, “Escondites”, “Niños de barro”, “Eso quiero”, “Te devuelvo als alas” (ha sido sustituído por otra canción por parte de Luis Mendes y que ha dedicado a una “persona que buscándose se perdió”), “Historia en Edinburgo”, “Para qué”, “Cada hombre y su Dios”.
“Que esto no sólo quede en un kilo de arroz, que quede en un pensamiento”, ha declaró Berenguer. “Otra realidad es posible. Ayúdanos para la libertad”, ha sido el lema con el que ha concluido el concierto. Asimismo, antes de dar comienzo el acto la pantalla donde se proyectaron imágenes del desierto donde habita el pueblo saharaui, tenía escrito: “Este pueblo ha venido con als manos vacías, dejando el ganado, los enseres, la casa y los seres queridos. He aquí el pueblo exiliado por el odio… por el invasor. El pueblo ha bendecido con la sangre y las lágrimas de lucha, la resistencia. Unido, alejado de la propia tierra, ha escogido las montañas desnudo, ignorando todo bienestar grita la libertad, la independencia, sacrifica a sus mejores hijos, no le interesa nada más, no está cansado de vivir, teme la vergüenza, la esclavitud de las generaciones futuras…”.