El tercer gran bloque de debate del pleno de diciembre se produjo con la aprobación del II Plan de Igualdad del personal al servicio del Ayuntamiento de Novelda (2025–2029) y del nuevo Protocolo frente al acoso sexual, por razón de sexo, acoso laboral y conductas contrarias a la libertad sexual e integridad moral.
La concejala de Igualdad, Paqui Beltrá, defendió el contenido del plan y del protocolo recordando que son herramientas “fundamentales y obligatorias” para garantizar un entorno laboral justo, seguro y respetuoso para todo el personal municipal. Explicó que el Plan de Igualdad incluye medidas para evitar discriminaciones por razón de sexo, promover la igualdad de oportunidades y corregir posibles desequilibrios internos, mientras que el protocolo de acoso fija “pautas claras para identificar, prevenir y actuar ante cualquier situación de acoso laboral o sexual”, protegiendo especialmente a las víctimas.
La propuesta llegó al pleno con un dictamen favorable amplio: en comisión, solo Vox y Compromís se habían abstenido. En el pleno, Compromís y PP anunciaron su voto favorable, mientras que Vox adelantó que votaría en contra.
La intervención de Vox fue la más dura del debate. Su portavoz, Marga Serrano, calificó estos planes y protocolos de “despilfarro de dinero público” y sostuvo que “menosprecian la capacidad de la mujer”, al reservar espacios “por ser mujer y no por méritos”. Criticó las llamadas “leyes feministas” y acusó al PSOE y a la izquierda de legislar “para los demás, pero no para ellos”, citando casos de supuestos abusos o acoso sexual en el ámbito estatal socialista, como los de Paco Salazar o la prostitución atribuida al exministro Ábalos. A juicio de Vox, la “verdadera igualdad” no nace de planes ni protocolos, sino de la educación en valores y el respeto, “con independencia del género”.
El Partido Popular se situó en el extremo opuesto del espectro, defendiendo que, aunque las políticas de igualdad y los protocolos de acoso pueden fallar o ser mejorables, “es precisamente eso lo que hay que hacer: evaluarlos y mejorarlos”. Recalcaron que su grupo apoya el plan, recordando la importancia del principio de presunción de inocencia en cualquier procedimiento interno y externo, pero apostando claramente por avanzar en políticas que reduzcan al mínimo los casos de discriminación y acoso.
Desde Compromís se apostó también por el voto favorable, en coherencia con su apoyo a políticas de igualdad y contra las violencias machistas, subrayando que se trata de una obligación legal y, al mismo tiempo, de una herramienta necesaria para modernizar la administración.
Beltrá, en nombre del equipo de gobierno, respondió a Vox sin entrar en el cuerpo a cuerpo con los nombres citados, pero sí marcando distancia política: recordó que ella no es Ferraz ni Moncloa, sino la concejala de Igualdad de Novelda, y que su obligación es dotar al municipio de las “mejores herramientas” para prevenir y abordar cualquier caso de violencia o discriminación en el ámbito laboral municipal. Recordó, además, que estos protocolos son documentos vivos, sujetos a evaluaciones periódicas y posibles modificaciones, lo que permite adaptar su contenido a las necesidades reales de la plantilla.
El portavoz socialista, Ximo Mira, aprovechó para recordar que, no hace tantos años, hombres y mujeres cobraban salarios diferentes por el mismo trabajo, y que han sido las leyes y la democracia las que han corregido esas desigualdades. Cuestionó que Vox, que se reivindica como “partido del orden y la ley”, vote en contra de una obligación legal como es contar con un plan de igualdad y un protocolo de acoso.
El punto se saldó con un amplio respaldo político:
- A favor: PSOE, PP y Compromís.
- En contra: Vox.
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