Los propietarios de las viñas piden más protección para sus cultivos para así evitar los frecuentes robos de racimos. Por esto, el pasado 1 de diciembre, la policía realizó un simulacro en una viña de la Horna Alta para demostrar la efectividad de sus controles
Alrededor de las 17.30 la policía local recibió una llamada que comunicaba el avistamiento de una furgoneta blanca que se movía hacia una viña. Un coche patrulla arrancó de inmediato y tomó rumbo carretera de La Romana hacia la zona de la fábrica de Manchamar, en la Horna Alta, donde había sido visto por última vez el vehículo sospechoso. El dispositivo GPS instalado en el coche patrulla ayudó a los agentes locales a encontrar sin dificultad el camino, que les condujo hasta una viña de difícil acceso.
La furgoneta blanca se hallaba en el lugar indicado y la patrulla encontró a dos individuos sustrayendo uva. La policía les pidió la correspondiente documentación y comprobó con la central que era correcta. Los hombres, padre e hijo, eran los propietarios de la viña y cortaban los últimos racimos de la temporada. Los agricultores, agradecieron la labor de los policías y expresaron la inseguridad del campo, que aún con patrulla de vigilancia propia, no es suficiente para evitar sustracciones de racimos.