Antonio Ayala Rocamora
Uno está ya en una edad que disfruta más con los recuerdos que con el presente. Mis recuerdos en esta ocasión y por “imperativo legal” me llevan a la televisión en blanco y negro, al olor del humo de los cigarrillos, al ruido fino de los naipes, a lo desconocido y a lo incomprendido. Corría la semana 30 del 69, muchas cosas ocurrieron esa semana, acontecimientos que cambiaron el mundo y cambiaron España. Eran Fiestas de Novelda y más concretamente el lunes 21 de julio. Yo andaba orgullosamente enfundado en mi pequeño y recién estrenado traje de “botones del Casino” correteando por todos los rincones de esta magna institución, en aquellos años mí casa, mi escuela, y morada de mis sueños de futuro. Ese lunes afrontaba una semana especial y a la que más tarde y con el tiempo entendería su importancia.
Recuerdo aquel lunes 21 de julio de 1969 nervioso porque notaba cierta emoción entre los mayores. Los conserjes del Casino (Jesús, Juanito, Martino, Tirso, Luís, Manchón, Nelo, Navarro, Etc.) bajo la autorización de Don Enrique Serrano, presidente estricto de la entidad donde los haya, preparaban de buena mañana una televisión en blanco y negro sobre un velador alto en el salón de la “Baraja” hoy reconocido como salón Jorge Juan, al que le acoplaban no sin cierta dificultad medio centenar de sillas de madera, las de siempre, las mismas que aún hoy visten impasibles al paso del tiempo el impoluto salón para jugar a las cartas. Desde el otro salón contiguo, el salón “Dominó” donde se encontraba la barbería, el barbero de la época (no recuerdo bien si era Fernando el conillet o ya estaba Manolo Manchón) miraba asombrado los preparativos. El acontecimiento lo merecía, por la tarde “Echaban” por la tele la llegada del hombre a la luna aunque la hora real fue las 03:56 h. Allí se congregó un buen número de socios que atestaron el salón y rompieron a aplaudir cuando Neil Armstrong bajó los nueve escalones de la nave Apolo XI y puso el pié izquierdo sobre la luna. Todos se miraban y abrazaban como si fueran los protagonistas de esa intrépida hazaña bajo el run – run de la voz, en aquellos momentos desconocida para mi, de Jesús Hermida, al que años después y en alguno de los eventos que he coincidido con él le he comentado esta anécdota, como también lo hice con los astronautas españoles Pedro Duque y López Alegría.
En aquellos momentos yo no sabía que estaba asistiendo desde el salón “Baraja” del Casino de Novelda a un acontecimiento tan importante, como dijo Armstrong al tocar tierra lunar, “Esto es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”.
Aquella tarde la recuerdo como algo emocionante tanto por el contenido como por el continente, Una vez más las cosas importantes de mi vida ocurrían en el Casino. Pero la realidad manda siempre y de momento oigo la voz de Ernesto el camarero perpetuo del Casino que me decía “Nene tira al jardín que se están llenando las mesas”, en ese momento me hizo bajar de la luna y volver a la cruda realidad de la tierra.
Esa semana del 69 dio para mucho, a las emociones de aquel lunes 21 siguieron las del martes 22. Volvía a notar cierta expectación entre los socios que en esta ocasión se agolpaban frente a la televisión que se ubicaba al final de la barra del bar solapada por las voces de la familia que llevaba la barra, (El Sr. Cándido y la Sra. Remedios, Maruchi, Cándido, Arturo, Etc.) Yo iba de un lado para otro, siempre con la oreja en posición de firmes y aunque no sabía bien que pasaba, pero si veía que la gente miraba la televisión atenta y escuchaban a un señor viejecito que habló durante horas, claro, en ese momento y a mis 12 años no sabía lo que pasaba pero era que el Generalísimo Franco proponía en las Cortes como su sucesor a título de Rey a D. Juan Carlos de Borbón. Como siempre, mi padre, camarero titular del Casino me tocó por detrás el hombro y me dijo “Tira, que eso no es para chiquillos” Total, que nunca terminaba de enterarme bien de las cosas que pasaban.
Joder que dos días, y que dos acontecimientos seguidos. Y yo en mi casino, mi casa, mi escuela, la morada de mis sueños y preparado por que la semana era de fiestas y el día siguiente miércoles 23 actuaban en el Casino el famoso conjunto musical Los Salvajes y en la Glorieta Bruno Lomas y el jueves 24 actuarían en la Glorieta Rosalía y en el Casino los míticos Sirex.
Y de todo esto hace ya 50 años, como 50 años hace ya que un par de meses antes y también desde las televisiones en blanco y negro del Casino, de mi Casino, pudimos ver el triunfo en Eurovisión de Salomé con la canción “Vivo Cantando” con el maestro Augusto Algueró a la batuta de la orquesta y presentado por Laura Valenzuela, o el inicio de las fiestas de moros y cristianos que aprovecharían después y a deshoras nocturnas el jardín del Casino para ensayar las primeras filás de los Astures, (Luís Mira – Ródenas – Puxu, Manolo Cremades, Julio, etc.) Siempre ante la atenta mirada del “Tio Costa” guarda impasible del orden y la Ley y los jardineros del Casino y a la vez hermanos, José y Domingo.
En aquella semana del 69 no todas las casas disponían de televisión, solo unas pocas familias tenían ese privilegio, pero ese hecho hacía que la convivencia entre las personas fuese más fuerte y solidaria y allá donde alguien tenía una televisión la compartía de buena gana con vecinos y amigos. Recuerdo en la calle San Pedro que todos los niños y mayores nos congregábamos en la casa de “La Carbonera” para ver la tele. Entonces sí que había convivencia vecinal y los problemas y felicidades de unos eran los problemas y felicidades de todos.
Cincuenta años, medio siglo, casi nada…
Gratos recuerdos. A mí me viene a la memoria que pocos días después, hicieron un mini reportaje de la vida a bordo de la nave espacial y ver a uno de ellos. caminando con los pies arriba y las botas pegadas al techo circular, me hizo abrir la boca, pues algo así lo había visto en la ficción del cine. Pero algo me decía que las imágenes eran ciertas.
Mi madre María Dolores nos despertó a mi hermana y a mí para que no nos perdiéramos tan importante acontecimiento y pudiesésemos algún día decir a nuestros hijos que nosotros lo vimos en directo por TV en una Telefunken comprada en Carmelo.
Felicidades por tu artículo me ha encantado.
Si…. El 69 fue eso y mucho más… La primavera de Praga… Los primeros hippies. El Casino a mis 19 años…… Y haora desde mis 69 años…. Han cambiado tantas cosas… Que no sé…. Bueno lo que si sabemos.. Es que éramos más jóvenes.
Tu artículo perfecto excepto en los ensayos que los fundadores de Astures hacíamos en el jardín del Casino. Aunque no ne citas, yo también fui fundador de Astures. Todo real salvo el año. Fue en Julio de 1970 y el primer desfile, el mismo año. Yo me casé e mayo de 1970 y esas fechas no se olvidan. Este año es el 50 aniversario del primer desfile. En la comparsa aún guardan las fotos de las dos filás que desafiamos, en las que me podrás ver. Un abrazo.