LA EUTANASIA, ¡¡QUE EUFEMISMO¡¡
Debemos estar preocupados,
por tanto desamor
y por querer terminar con la vida,
con una inusitada ansia,
cuando esta está en su ciclo final,
y por no llamarla con su nombre
la denominan eutanasia.
Para clarificar el camino, diré,
que el amor es la ciencia
que el espíritu tiene
para su buen caminar,
y todo lo que no se haga con estas miras
faltaremos al amor universal.
Cuando se apaga la vida,
ese instante, se tiene que recibir
con dignidad para el enfermo
aplicando los cuidados paliativos,
y que la vida que se apaga
se vaya igual que vino,
por los caminos de la luz
y del amor fraterno,
y no por los de la oscuridad.
La convivencia humana se ve
llena de inmoralidad y aturdimiento,
porque no se piensa en los demas
sino en el mismo yo material.
¿Por qué…
¿a dónde vamos a parar
con este gran desconcierto,
ha ensuciarse el espíritu,
y tener remordimientos?.
La llamada muerte digna
debe ser eso, digna,
pero no quitarla, sino
evitar el sufrimiento,
y medios hay para ello.
Cuánto más vale vivir la vida
con estimación y acierto,
poniendo como apoyo el amor
para que nuestro vivir sea más armonioso
y más sano, y sin remordimientos.
Por eso debe sentirse en el alma
el apoyo al enfermo,
y en sus últimos momentos
trazarle la calidez del camino
con amor y sin tropiezos,
pero respetando la vida
hasta los últimos momentos.
Debemos trazar los proyectos de vida
recopilando buenas maneras,
para conseguir los mismos efectos,
que las flores en primavera.
Hagamos las cosas con sensibilidad y amor,
porque el que conoce este perfume
tiene mayor responsabilidad,
de hacer las cosas bien
y a sus semejantes amar
y así consolidar la existencia
que tenemos que deliberar.
Paz y concordia sentiremos
y también orientación y verdad
porque la semilla del bien
a de progresar sin cesar,
y así todos la veremos brotar.
porque son las puras esencias
de nuestro Padre Celestial,
el nos dio la vida
y nadie nos la puede quitar.