Gestionar las sinergias ciudadanas
No voy a hablar del espectáculo que el PP de Novelda está dando estos días, día sí y día también, en nuestra ciudad y fuera de ella. Lamentarse de lo evidente (afán de poder, amor al “sillón”, vivir de la política) no le va a ayudar a los ciudadanos de Novelda a solucionar sus problemas.
Lo que me gustaría resaltar es que no se ha trabajado la recuperación de la esperanza y la ilusión por mantener una ciudad viva. Algunos comercios de muchos años cierran, otros se cambian a otras calles, no sé si mejores o simplemente con alquileres más baratos. Algunos nuevos aparecen, es cierto, a base de ilusión y emprendimiento personal y se mantienen, o no, sin que nuestro ayuntamiento tenga una estrategia coherente en relación al modelo de ciudad que queremos construir. Tengo la sensación de que en Novelda, se trabaja (o no, según el caso), se come y se duerme y poca cosa más. Las grandes compras, y no tan grandes, se tienden a hacer en los centros comerciales de la comarca y fuera de ella; el ocio está también abrumadoramente fuera de nuestra ciudad; nuestro escaparate industrial relacionado con la piedra… ¡ah!, pero ¿hay escaparate? Para un consumidor, resulta más fácil comprar una piedra elaborada en Novelda por internet o en cualquier Leroy Merlín que en nuestra ciudad. Así no se crea riqueza, solo monotonía. Y recordemos que cada una de estas actividades hace sinergia con el resto: si viene gente de la comarca o de fuera a realizar compras, la restauración, el turismo de la ciudad, etc. también se beneficiará. Los mimbres están ahí, las empresas, los emprendedores, las asociaciones y los ciudadanos, lo son. Y hay muchos pero nadie están enlazándolos, nadie está dándole forma a la cesta, al canasto o a lo que queramos formar con ello. Y ese es el papel del Ayuntamiento. Sin una visión a medio-largo plazo, no se sabe hacia a dónde se camina, si es que se camina.
¿Cúal es nuestra estrategia para el comercio de la ciudad, para el turismo o para nuestra industria? Cuando reunirse, pactar, implicar a diversos agentes, hacer estudios y estrategias no se hace, y además se defiende ¡¡que no hace falta y que para qué!!, pasa lo que aquí: la falta de visión de los gobernantes, la desgana, se transforma en un empobrecimiento de la ciudad, en una ausencia de vida pública. Cuando uno tiene tantos líos en juzgados o se está nada más a la expectativa de la gestión diaria, de “a ver quién viene hoy a quejarse y si se lo puedo solucionar”, nada más que ve el árbol que tiene delante mientras que el bosque sigue sin gestionarse. Cuando no hay estrategia, ocurre que el desánimo se traslada al resto de actores sociales que han de dar vida a la ciudad.
Ese tiene que ser el papel del Ayuntamiento: construir y coordinar más allá del beneficio individual de cada uno de los actores sociales que vayan a intervenir. No vale decir que el ayuntamiento “no está para crear empleo” como ha dicho Milagrosa y el PP en más de una ocasión. El Ayuntamiento está para todo lo que haga falta y especialmente para el bien común de la ciudadanía y todo lo que ello implica.
Si no son capaces de hacerlo, sobran. Y es hora de que los ciudadanos valoren si lo que quieren es recuperar la ilusión de seguir construyendo Novelda o van sólo a depositar un voto y confiar que otros solucionen los problemas. Ninguna de las próximas candidaturas electorales va a poder sacar adelante sus propuestas sin la sinergia ciudadana, ahora bien, que piensen que al PP, lo de contar con la gente, ni se lo cree ni han querido gestionarlo nunca. Y del resto de opciones, que recuerden la experiencia o la confianza en que puedan llevar a cabo esa necesaria conexión ciudadanía-gobierno local.
De esa reflexión y elección va a depender que sigamos en el fondo del hoyo o que empecemos a salir.
Lo de que «el Ayuntamiento no está para crear empleo» es lo contrario a lo que dijo Milagrosa cuando se la quitaron de encima en Valencia y la enviaron a Novelda para seguir engañando a los de aquí con frases como «lo que necesita Novelda son puestos de trabajo». Y sus seguidores, que son muchos, lo interpretaron como que vendría desde Valencia con una maleta de puestos de trabajo para repartir, como el rey Mago.
Pero, vamos a ver, cuando algún político del partido que sea, promete que va a hacer tantos miles de puestos de trabajo, ¿de dónde va a conseguir el dinero necesario para crearlos? ¿O acaso se refiere a aumentar la plantilla de funcionares? Los políticos no crean ningún puesto de trabajo… simplemente, prometen aquello que estamos deseosos de recibir. Una leyenda bíblica decía al respecto: «En la casa del sediento, promete agua. Y en la casa del hambriento, promete pan y verás como eres el nuevo gobernante».
Para que escarmentemos de los que crean tantos puestos de trabajo. Que quede bien claro, que crear puestos de trabajo sólo lo hace el empresario; por tanto, si no se les pone las cosas fáciles, se irán a otro país donde les pongan la alfombra roja. ¿Está claro? Pues nada, a votar a los de siempre, a los que prometen miles y miles de puestos de trabajo; lagarto, lagarto..