La ciudad que queremos
Nadie discute que las ciudades son, en buena medida, un reflejo de lo que son sus habitantes, ciudadanos cada uno con sus propios intereses y demandas pero todos con un interés común: vivir en la mejor ciudad posible.
En esa construcción permanente por diseñar la ciudad que queremos, el Ayuntamiento es la institución más cercana y la que debe impulsar políticas que conduzcan a garantizar esa legítima aspiración de todos. El Ayuntamiento ha de comportarse como lo hacen las familias en el ámbito doméstico, resolviendo los problemas importantes y urgentes, en primer lugar, y evitando que esos problemas se vuelvan a reproducir y, por tanto, una vez mejorada la situación tener un mayor margen de maniobra para acometer otras aspiraciones.
Y en ese contexto se enmarca la actuación del equipo de Gobierno durante este mandato que los ciudadanos otorgaron al Partido Popular con una amplísima confianza en las elecciones locales de 2011.
Estamos acostumbrados a simplificar las cosas, llegando muchas veces a sentenciar en forma tajante que todo es un extremo o el otro: bueno o malo, blanco o negro, puro o impuro… Pero las ciudades son mucho más y contienen más aristas.
Como ya he dicho, la base o el punto de partida común podemos encontrarlo en que todos queremos una ciudad mejor. Pero esa aspiración ¿es de la misma manera para todos? Yo apuesto por una ciudad que crezca, que sea eficiente, pero no sólo eso, como la mayoría, además quiero una Novelda que se desarrolle con oportunidades para todos, el gran reto en estos tiempos de crisis que nos ha tocado vivir.
Está claro que para emprender esta gran aspiración hace falta un gran proyecto común de todos. Ha de implicarse la sociedad civil, ha de contarse con la participación de empresarios, emprendedores y trabajadores, con la riqueza asociativa de la que contamos, con ese gran potencial de los clubes deportivos y con tantos y tantos agentes que interactúan cada día en la vida de los y las noveldenses.
Además, la madurez que hemos conseguido como ciudad es un valor añadido a la hora de diseñar nuevas políticas que nos hagan afrontar los nuevos retos que tenemos planteados una vez que la situación económica y financiera del Ayuntamiento comienza a controlarse después de unos años desbocada. La ciudad que queremos ha de ser fruto del análisis, de la reflexión, del diálogo y de la construcción activa, para configurar un nuevo modelo de población ilusionante, moderno, comprometido y fuerte.
Como he dicho en repetidas ocasiones, el problema del desempleo y la falta de oportunidades laborales es un asunto de primer orden porque las familias necesitan tranquilidad para el desarrollo de sus proyectos de futuro. El último dato del paro es esperanzador, Novelda es la segunda población de la comarca en la que más se redujo la lista de desempleo el pasado mes de octubre. Está claro que queda mucho por conseguir pero nos encontramos en el camino correcto.
Y precisamente la complejidad de todo ello supone un gran desafío: gestionar el desarrollo del territorio construyendo una estrategia colectiva, que nos incluya a todos y nos permita llegar a la ciudad que queremos.
¿Cuál es la mejor ciudad posible? ¿Aquella que mejor de la cual ninguna puedza pensarse?
Aquella con el IBI mas alto de España seguro que no lo es. Los politicos han arruinado el ayuntamiento de Novelda, y para nada. Exceso de personal cuyo coste lastra los presupuestos. En la mayoria de casos empleados contratados a dedo por unos y por otros. Malisima gestion que queremos que enderecen caras nuevas, tambien gente nueva del PP que se motive a plantar cara al lastre de los dinosaurios Rafa y compañía. Un mal gestor con mucha tonteria.