74) Fco. MANUEL LOPEZ JIMENEZ, “el Pecas”, hijo (ciclista)
Hoy les traigo a un ciclista especial para mí y del cual, es ilógico que no pasase al profesionalismo, pues clase y resultados tuvo suficientes y por otra parte, tuvo muchos contactos al competir con exprofesionales. Pero en el ciclismo siempre ha sido difícil dar el salto a los “pros”, pues el número de equipos y de vacantes que se generan cada año es totalmente insuficiente, teniendo en cuenta la cantidad de muchachos que, en su día, demostraron ser merecedores. Y es que el ciclismo tiene, quizá, un inconveniente de difícil solución, cual es que hay que pagar a un profesional y no se cobran entradas en este deporte. Por tanto, el presupuesto de los equipos ciclistas siempre ha estado limitado y no se consigue cambiar este problema, desde tiempos inmemoriales. Y que conste que llevo cincuenta años introducido en el mundillo del ciclismo de competición, que también practiqué.
Fco. Manuel nació en el año 1972 en la vecina ciudad de Sax, adonde se trasladaba su madre, Catalina, en cada uno de sus partos, debido a que tenía allí a sus familiares. De su padre, Manuel López, “el Pecas”, publicamos su biografía con el nº 35; del que resumo y resalto que es, hasta hoy, el único noveldense que ha vencido en la carrera ciclista tradicionalmente celebrada el día de la Santa (22 de Julio), del año 1962.
El muchacho, Fco. Manuel, de niño fue al Oratorio Festivo y en el recreo jugaba mayormente al frontón, acompañados por uno de los profesores, don Francisco de Melilla. Pero en casa veía al papá ciclista y como todo niño, fue su héroe. Le pidió varias veces que le comprase una bici, pero la respuesta siempre era la misma: “Aún eres muy pequeño y hay que hacer muchos esfuerzos pedaleando”.
No obstante y conformarse con ir a verle cuando podía, un buen día su padre regresó desde Italia y le trajo una bici de la marca Colnago, de primerísima calidad. ¡Ya se habían cumplido sus sueños, ser ciclista! Al llegar a casa cualquier día desde el colegio, se cambiaba de ropa a toda prisa y se entrenaba casi siempre haciendo el recorrido hacia Monóvar, Elda y regreso a casa. A veces, salió junto a su buen amigo Miguel Ángel Toledo por aquel recorrido, si bien Miguel Ángel “Candela” prefería el triángulo plano Novelda – Aspe – Monforte, con varias vueltas.
A los 15 años (hacia 1987) debutó en el mundillo del pedal, de forma individual, al no disponer aún de equipo. Pero esto se solucionó a los 16 años, al fichar por el equipo Aldora, del Club Ciclista Elda; si bien quien les dirigía no veía más que por su propio hijo, ignorando al resto. Ya le iba bien a nuestro protagonista, pues había conseguido buenos puestos e incluso vencer en alguna prueba menor. En una carrera en Cocentaina, aquel entrenador le sugirió que no venciese, como era a veces habitual y que no escapara del pelotón. Esto no le pareció bien a nuestro actor y le amenazó con “sancionarle”.
No actuó Fco. Manuel según lo esperado por el dirigente, por lo que este “técnico de pacotilla” le pronosticó que en adelante no vencería; incluso ordenó a sus propios compañeros del equipo que le marcasen, algo descabellado. Y en esta carrera, consiguió casi todos los premios individuales, para que supiese el dirigente quién era el líder. A continuación, en Alginet disputó un Campeonato de España, pero cayó al suelo debido a una montonera que se produjo en un cuello de botella del circuito, anulando sus probabilidades.
Pasó al equipo Prebetong – Farell, de San Vicente del Raspeig. En su época de Cadete y de Juvenil venció en tres ediciones, tanto en Monóvar como en Tobarra. Y en la ciudad de Alaquas logró el primer puesto, sin compañeros del equipo, pues ante todo, fue un ciclista bastante completo. En esta prueba iba un grupo de cinco corredores, encuadrados en dos equipos. Ambos conjuntos se vigilaban y él consiguió alcanzarles en la última vuelta, venciendo al sprint.
Corrió muchas pruebas por toda la Comunidad Valenciana y en Nules había que subir los puertos del Marianet y de La Eslida en las dos vueltas, con 160 kms. Iba escapado con otro ciclista, quien intentó dejarle de rueda. A base de intentos, su rival se desfondó, pero su padre que le seguía en coche le hizo comprender que, faltando 100 kms. para la meta y siguiendo solo, sus posibilidades eran mínimas, por lo que aflojó para dejarse cazar. Se integró en otra escapada posterior y venció al sprint.
También participó en la Vuelta amateur a Castellón, con la selección valenciana. Les dirigía un exprofesional, Paco Antequera, quien también hacía de masajista. Antequera fue posteriormente seleccionador nacional de profesionales y uno de los mejores en su cometido.
Todos los años consiguió sumar en su número de victorias. Y así, le llegó la hora de cumplir con la patria, sirviendo en el ejército. Inicialmente fue destinado a Zaragoza, pero pronto le trasladaron a Castellón, donde conoció a aquel subteniente, apellidado Calero, “medio ciclista”, quien no distinguía si las ruedas eran o no redondas y del que quizá recuerden en la biografía nº 25 de Miguel Ángel Toledo, que este “técnico” militar intentó colocar una rueda trasera con la parte derecha, la de los piñones por el lado opuesto. El equipo militar se denominaba Tetuán 14.
En la época de la “mili” vino a correr la carrera de la Santa (año 1991), acabando sexto. Aquel año venció aquí el ciclista ruso Sergei Tachenko, del equipo Cerámicas Cabrera. En la misma época, también participó en la Vuelta al Langostino, en tierras valencianas. El vehículo militar sólo llevaba como repuesto una bici muy antigua y una cámara atada tras el sillín con una cuerda de esparto, la cual tuvo que usar. Al pasar por Borriol con asfalto muy bacheado, se desató esta cámara y se le enredó en la rueda trasera. Al acudir el “técnico” Calero, tuvo que oir las quejas de su subordinado. El maillot de este equipo militar era azul con los colores de la bandera. Luego, la cambiaron por otro maillot verde fosforito, con la bandera en oblícuo.
Tras la “mili” corrió bajo las órdenes de otro exprofesional, Pedro Pardo, integrado en el Club Ciclista Redován y disputó algunas vueltas, como la de la Vega Baja; la de la Ribera, en Valencia y la de Sedaví. Aquel año consiguió vencer en Benejúzar, donde coincidió corriendo junto a Mariano Rojas, posterior profesional en el ONCE y que falleció en un accidente de tráfico. Hoy, su hermano José Joaquín Rojas, actual campeón nacional en ruta profesional, corre en el equipo del Telefónica Movistar, cuyo jefe de filas es Alejandro Valverde y con un quiromasajista noveldense, Juan Carlos Escámez. En la Vuelta a la Ribera coincidió con un ciclista que sería profesional, el estadounidense Lance Armstrong, encuadrado en la selección yanqui, quien simplemente arrasó, al vencer en cuatro de las cinco etapas y ser segundo en la contra reloj.
Hizo buenos puestos el resto de la temporada y el equipo amateur de la CAM se fijó en nuestro protagonista, Fco. Manuel López, conocido en este mundillo por el sobrenombre de “el Pecas”, como lo fue su padre. En el año 1993 se incorporó al equipo alicantino, aún con chichonera para proteger la cabeza. Entre sus compañeros estaban José Tomás Cantó, de Monforte, quien pasó un año a profesional con el Kelme; Iván Alemany había sido profesional con el Seur y se reclasificó como amateur; José Aracil “el Vaquero” de San Juan y Joaquín Blasco, “el Maño” de Sax. De director tuvieron a otro exprofesional, el sajeño Juan Alberto Reig de los equipos Kelme, Dormilón y Colchón CR. Una carrera que recuerda aquel año fue las subidas y bajadas continuas desde Fortuna hasta los Baños. Venció en un grupo de seis escapados, desde la salida. En Benejúzar acabó segundo, al respetar la escapada de un compañero de equipo. Hizo otros varios buenos puestos y en Montcada recuerda que acabó cuarto; aquel día tuvo una avería en el cambio de plato y sólo pudo usar el pequeño, y la cadena cruzada con los piñones menores.
También corrió varias vueltas, pues este equipo de la CAM ya era de cierta categoría y les llevaron a la de Extremadura, de la que fue líder de la montaña. También corrió la Barcelona – Montpellier, de cinco etapas en las que se atravesaban los Pirineos.
Fichó en este equipo CAM con ilusión; le había prometido uno de los directores deportivos ciertas primas, según resultados. Pero no vio “ni un duro”, salvo lo que repartían entre todos, de los premios conseguidos. Al año siguiente (1994) desapareció este fenomenal equipo de la Caja de Ahorros y volvió de nuevo con Pedro Pardo, al equipo Metro Pardo, del Club Ciclista Redován. En la prueba inicial de la temporada, la Interclubs, logró algunos primeros puestos.
En la Vuelta a la Plana Baixa le renovó su anterior equipo, Muebles Vaquer, de Benicassim y venció en la etapa reina, lo que le valió para fichar por el equipo Cristalería Vinarocense – Lotus, filial del Festina profesional y con éstos, se fue a Francia a correr la Aragón – Bearn. Venció en la etapa con llegada a Pau, atravesando puertos que oímos en el Tour, como el Somport, el Marie Blanc y el Portalet.
Consiguió acabar cuarto en la Vuelta al Maestrazgo, en Castellón y también cuarto en Nules. En esta ciudad castellonense consiguió vencer al año siguiente. El maillot de Pardo era de color rojo y participó en la Vuelta a Castellón con la selección valenciana. Le cedieron al equipo Muebles Vaquer en la Vuelta al Langostino, de dos etapas; finalizó segundo de la general, y se adjudicó la regularidad y el maillot de primer valenciano.
Añorando un equipo de categoría como fue el CAM, el año 1995 fue de cierta desilusión. No obstante, venció en la prueba de Monóvar de la Interclubs. En la jornada de San Juan ascendieron por el puerto de Tudons, a Penáguila por el Safari Aitana y regresando cuesta abajo hasta San Juan; una etapa muy dura. Ya tenía novia y paulatinamente, fue cambiando el proyecto de dirigir su futuro. Colgó el dorsal en Agosto y como en años anteriores, trabajaba desde Octubre hasta Diciembre cortando uva por las mañanas y por las tardes, iba al gimnasio.
Se integró en la industria local del mármol; inicialmente en la empresa Visemar durante siete años y posteriormente en la Levantina de Granitos, en la que continúa hoy.
Me cuenta que con el turno de mañanas, ha de levantarse a las 4,30 horas de la madrugada, para comenzar su labor a las 6 horas. Tras la jornada laboral y comer, sale de nuevo a entrenar, en torno a 90 kms. diarios, pues ha vuelto a sacarse la licencia de Veterano, en la categoría de Masters 40. Y es que el gusanillo del pedal sigue vivo.
P.D.- La próxima biografía será la de Alejandro Belda Tortosa (futbolista). Si conoces datos o la historia de algún/a deportista de Novelda, incluso de persona fallecida; o de un club local, telefonéame al 633 252 500 (Vicente). Gracias
Te mereces como mínimo que te publiquen, pues lo hacías bien con la bici y procuraba «chupar rueda», pero, tío… no era fácil. Yo te vi en algunas carreras y eras de los mejores.
Ahora leo que corres en Veteranos. Suerte.
Novelda ha tenido y tiene a buenos ciclistas y el Pecas ha sido de lo bueno que tuvimos. A ver si sacais más historias como esta..
Me agradan estas historias del deporte en Novelda y que sigan así, con datos de sus vidas y anécdotas destacadas.
Excelente Historia Deportiva,como todas las que nos relata VICENTE.
Yo tambien tuve la suerte de ver correr a este deportista,y la verdad que coincido en que le falto suerte dara dar el «salto» al profesionalismo.
Como buen aficionado y ex practicante de este deporte me alegro de que vuelva a competir, como veterano. Seguro que quien tuvo retuvo,como se suele decir…..
Le vi en carreras y lo hacía muy bien. Pero le faltó suerte para ser profesional; como dicen aquí, no hubo sitio para todos. Lástima. Y me gusta este escrito, como todos los de ciclismo.
Como siempre, gracias a todos: lectores y opinadores.
La próxima semana traeré a un futbolista, como ya sabeis, pero me falta saber el resultado del miércoles en el partido de vuelta contra el Real Madrid, de la Copa del Rey. A con tinuación, lo acabaré y publicaré.
Posteriormente, vendrán dos atletas conocidos en Novelda: Miriam Pagán y Miguel Ángel «Tortu», que destacan . Confío en que agraden.
Conozco a todos, o casi, de los que practican ciclismo en Novelda y a muchos de los veteranos ya retirados. Al Pecas le faltó suerte, o enchufe, para que algún equipo profesional le incluyese.
Y ahora, a veces le veo entrenar. Nos cruzamos y saludamos, como todos los de la bici. Me agrada tanto el saludo como leer su historia.
Los fines de semana, tras darme la vuelta con mi burra, leo estas historias y me agradan, Saludos para quien las escribe y para todos los deportistas.
Decir que cada vez que veo los colores de algun equipo de los que defendi me emociona muchísimo, gracias a los que aman este deporte como Vicente y al inolvidable LUIS Navarro de alguna que otra manera se sienten recompensados gracias por esta Foto y a todos Seguidores