LA LUZ QUE JESÚS NOS OFRECE
Estamos viviendo una vida de sinsabores y de encontronazos que solo nos pueden llevar, cada vez más, a distanciarnos los unos de los otros, y a perder la perspectiva de la meta a alcanzar, y solo por vencer al contrario e implantar en la sociedad un pensamiento único, y esto es imposible, pues no hay dos personas iguales, todos tenemos nuestra forma de ver la vida, pero si que tenemos una necesidad, todos, de querer una sociedad más justa, y para ello las enseñanzas de Jesús de Nazaret pueden ser el camino para el acercamiento entre unos y otros, y con ello poder conseguir esa sociedad de armonía y ausente de egoísmos que él enseñaba, por ello expongo un pensamiento que nos puede ayudar a ello:
LA LUZ QUE JESÚS NOS OFRECE
Es gozo para el espíritu
manifestar la luz de Dios Padre,
porque sintoniza al ser
que la apercibe
y puede expandirla
con caridad mesurable,
porque todo debe tener medida,
hasta en la caridad
que es un don muy apreciable.
Cuando nosotros nos encontremos
con apuros razonables,
y nos pongamos la conciencia a prueba
para no errar y ser diestros
en auroras doctrinales,
debe reinar la cordura en nosotros
para no manchar
la sensibilidad del alma
que es en verdad lo más sociable.
Debemos desear con amor
que las cosas razonables
siempre sean nuestro decoro
para no dañar al semejante,
porque esto es el fundamento
de la doctrina del Padre,
y es la concordia misma
para no tener enemigos nunca,
si sabemos armonizar con palabras
las pruebas que sean veraces.
Siempre deberemos congratularnos
que el diálogo es la base
para meditar y ver
que todo tiene don de alcance,
y que por oscuros que se vean los problemas
en el diálogo se aclaran bastante,
porque se reflexiona y se apaga
ese fuego que dentro se lleva,
y que pone discordia
más que una luz muy radiante.
Los que conocemos a Jesús
y que sentimos su luz bastante,
no debemos agitarnos
ni tener los nervios vibrantes,
porque con esa luz va el sedante
para aplacar nuestros males
y poder así transformar con dulzura
los breves y benignos mensajes,
y la luz se tornará verbo
para que entendamos su lenguaje,
y en esa luz manifiesta
hecha amor, caridad y fe constructiva,
que mueve montañas,
y analiza las cosas más censurables,
veremos las cosas limpias y puras
como las creó el Padre.
Muchas felicidades, José, por la presentación y las reflexiones que presentas. Hay unas palabras, en tu poema, que son para mucho meditar: «con esa luz va el sedante».