Son como niños
Art. recibido en la redacción del periódico el miercoles 7 de julio, antes de la aprobación por el Consejo de Ministros de la nueva Ley de cajas.
Y claro, hacen PIS, (SIP, perdón). Y en la cama, (en la CAM, perdón). Ahí los tenemos intentando rebajar parte de lo cedido a Cajastur, mitad de caja, físicamente pero doble en balances, eficiencia, baja morosidad, y no aplastamiento ladrillero. No aceptan, parece, luego de haberlo aceptado y firmado en forma de pre-acuerdo, bendecido por el Banco de España el pasado 24 de Mayo. Y Mafo (Miguel Ángel Fernández Ordóñez,) advierte amenazadoramente:
“El Banco de España ha aprobado lo que ha aprobado. El dinero está listo para que se desarrolle el proceso en cuestión y no otro”.
Escuece admitir, como se ha admitido, que Menéndez, el Pelayo de la Caja asturiana tenga que nombrar a los ejecutivos de primero y segundo nivel directivo (exceptuados bedeles y señoras de la limpieza), y asignarle competencias a Roberto López Abad, a quien no quiero llamar su rodrigón, porque esta categoría me la reservo para el que hiciera sus veces en la Bancaja valenciana, que lo será de Rodrigo. Rodrigón de Rodrigo Rato de Caja Madrid. Y para rato. Para más raro que nosotros, que tendremos Menéndez doce años, en tanto que Valencia tendrá Rato durante quince.
Para revocar (intentarlo solo) cualquier decisión de Menéndez, total o parcialmente, hará falta el concurso de un 75 % de la Junta General de la nueva entidad fusionada en frío. Ello excluye todo acuerdo o suma de ellos, en que no se expresen, de consuno, los dos 40 %, el de CAM y el de Cajastur. De consuno y de acuerdo. Quedando por tanto las excrecencias cántabras y extremeñas, de eso, de excrecencias.
Yo comprendo que esto moleste en Alicante. Pero, ¿qué se hizo, “a tiempo”, para evitarlo? Desde aquí y desde Valencia? Nada. Ni Camps, ni el otro Camps, ni Campos, ni Rita, ni Ripoll, ni Alarte, ni Luna, ni Castedo, Recuerdo las expresiones de numantinismo pro alicantino de opereta, de Ripoll, ahora en horas bajas porque lo ha enfilado Rubalcaba, a quien debe dar consejos de funcionamiento de una policía operativa, que se ríe del papel de los jueces en las detenciones, el compañero Moratinos, que tanto visita Cuba. Que se lo digan, si no, al juzgado de Orihuela, indignado con el peliculero despliegue que le montaron el día 7 al virrey provincial del cogote rizadito…
Pero volvamos al sainete cajetero. Caja Madrid y Bancaja quieren sacar a Bolsa el nuevo banco que crearan, junto a sus residuales Laietana, Rioja, Insular Canaria, Ávila y Segovia, todas esas cajuelas que cabrían en un su etcétera. Y según nos han dicho ellas mismas, lo que reste de la alicantina y de la valenciana en sus respectivos mejunjes se gestionará desde unos bancos, también respectivos a constituir en Madrid. Como si se correspondiese con nuestro actual ordenamiento jurídico financiero económico que las cajas abran o creen bancos. Y lo que la de Valencia cedería al suyo, en lugar de este a ella, ya que la gestionaría teóricamente, (para eso se crearía), no superaría un 49 % de su capital, “para que las cajas no perdieran el control de la nueva entidad”. Perdona lector. Esto es largo y farragoso pero no es culpa mía. Nos ha traído hasta aquí la idea de que sus bancos coticen en Bolsa…¿Hay quien entienda todo esto? Estamos hablando de bancos…Bancos con accionistas, titulares de su capital a través de la posesión de sus acciones.
Un banco, si no es una sociedad anónima por acciones no es un banco. Y las Cajas, sin titulares personales de su propiedad, sin accionistas, haciendo bancos y conservando en ellos, a efectos bursátiles imposibles, el 51% de su capital, constituyen, hoy por hoy, una aberración ilegal. Sin una nueva legislación financiera. Sin una nueva ley de Cajas. Sin un cambio radical del sistema, están todos tocando el violón. Y convirtiendo la carne en pescado y el pescado en verduras de las eras.
Hasta nos hablan de dinamitar el sistema de las cajas desde dentro, “como se hizo con la dictadura franquista”. ¿Dónde están el Torcuato y el Suárez para el apaño? Por lo visto, según un modelo italiano llamado “Ley Amato”, que convirtió las cajas en sociedades anónimas con una Fundación como accionista. Yo no entiendo nada. Tenía bien claro lo que era una caja de Ahorros española, cuando aún no les molestaba llamarse así, porque, además, el ahorro era su fundamento. Caja de Ahorros del Mediterráneo y no Caja Mediterráneo, por lo que hace a la nuestra. La valenciana ya nació con tales propósitos de cambio, que se llamó Banco caja de buenas a primeras, Bancaja…
Tenemos pues:
1.- Ocupación excesiva por los políticos.
2.- Dejación de estos ante la presión sugeridora fusionante del Banco de España. .
3.- Conminación de este organismo, ya a destiempo de oponerse.
4.- Aceptación por las Cajas, a regañadientes, de lo inaceptable.
5.- Intento de reducción de los efectos decisivos y de reparto de poder del disparate.
6.- Confusión a raudales que afecta a su propia naturaleza jurídica de los elementos cambalacheados.
Yo desarrollaría ahora un poco más el punto 2.- ¿A qué se han dedicado Cajas y políticos alicantinos y valencianos, viéndolas venir? A fulanear en sus propias facciones, las varias del PP, zaplanistas campistas y medio pensionistas y las similares socialistas, no menos partido, es decir, fragmentado en familias. Una pandilla de imbéciles que oían hablar del lobo y pensaban que era un chiguagua.
Les interesaba más la colocación de sus “fulanos” afines y apesebrados que defender la territorialidad sagrada de las instituciones. Lo de Alicante, de Alicante y para Alicante. Más allá y por delante de las facciosas facciones de un partidismo fagocitador y egoista. Eso lo comprendería hasta un mermado. Mientras preparaban sus banquetes “familiares”, han sido devorados por Mafo y el Gobierno, por el Madrid del dinero y la imposición.
Y ahora a lloriquear. ¡Capullos, so capullos!… Tan be q’anavem…(Perdón, normalizadores).