Artículo de opinión de José María García Gómez, Presidente del Comité del 50 Aniversario del colegio Jorge Juan
En marzo de 1959 comenzó la andadura del Grupo Escolar Jorge Juan con la entrada de los primeros niños en su edificio de la calle Maestro Parra, las niñas lo hicieron unas semanas más tarde. Existe el rumor de que las primeras clases ya se daban en los almacenes de la calle Gabriel Miró (almacenes de la Caja de Ahorros), pero no existe confirmación. Este corto curso finalizaba en el mes de julio, y después de las vacaciones los niños/as comenzaron realmente el primer curso escolar en el nuevo centro.
La afluencia de nuevos alumnos debido al crecimiento del barrio obligó a tener que habilitar diversos almacenes cercanos como aulas. Los primeros y los que pertenecieron durante más años al Jorge Juan fueron los nombrados de Gabriel Miró nº 94 y 98, donde aún se pueden ver pizarras, manises, aseos y material eléctrico de los años 60. Pero no eran suficientes para atender a todos los chicos y chicas que vivían en los alrededores y otros almacenes fueron incluyéndose en la lista de aulas utilizadas por el Jorge, en la actual calle Gabriel Miró, 74 y en la calle Lorenzo Fenol Belda, 2; fueron dos de los más utilizados, aunque durante algunos años también se dio clase en las calles Hermanos Quintero, 9 y María Cristina, 15. Estamos convencidos que algún que otro rincón de esta barriada esconde otro local donde alumnos del Jorge Juan recibieron su educación.
La inauguración del actual colegio Alfonso X (Francisco Franco) parecía aliviar los problemas de espacio de nuestro centro, pero nada más lejos de la realidad. En 1976 se realizaba la ampliación del colegio con cuatro nuevas aulas, duplicando de esta manera el número de aulas existentes. El nuevo edificio era colindante y contaba incluso con una pequeña biblioteca. Durante algunos años la Escuela de Educación Especial Enrique Santo, situada en el final de la calle Virgen del Remedio (actual INSALUD), sirvió de aula y dependió de nuestro centro, pero como era normal terminó independizándose.
Hasta el año 1983 se sigue dando clases en los dos edificios de Maestro Parra y en los dos almacenes de la Caja de Ahorros. En enero de este año se termina de construir el nuevo edificio de la calle Hermanos Quinteros, 8 (antiguo campo del pedregal y actual centro del Alzheimer) y de esta manera termina el peregrinar de los alumnos por los distintos almacenes del barrio.
Once aulas (incluyendo una sala de multiusos), una pequeña biblioteca, una sala de profesores (con otra biblioteca), dos pequeños despachos, una pequeña conserjería (que servia de sala de reuniones del AMPA, ADEA, Profesores), dos cuartos de material de deporte, almacén de material (Belén), pistas de baloncesto, minibasket y fútbol sala. Quien lea esto puede creer que hablamos de un centro escolar de lujo, nada más lejos de la realidad, vivíamos en un centro dividido en dos pabellones a unos 200 metros de distancia, con un pabellón antiguo lleno de humedad y desperfectos, con muchos problemas de comunicación y con muchas carencias. Pero he de reconocer que éramos muy felices y conseguíamos a base de ilusión y esfuerzo – como ése profesor que se asustaba cuando veía el edificio en su primer día de trabajo-, a los pocos meses se sintiera como en su casa en un colegio que gracias a las personas, se convertía en un palacio de cristal ahumado y las deficiencias se solucionaban o escondían rápidamente.
El AMPA y sus presidentes, el Claustro de Profesores y sus Directores e incluso los alumnos y exalumnos formaban un frente común en busca de soluciones a los distintos problemas que surgían, en el que incluso se llegaba a la conclusión de que la única solución pasaba por la realización de un nuevo centro, que reuniera en un solo terreno todos los sueños de la gente del colegio Jorge Juan.
El camino no fue nada fácil y la lucha duró casi 20 años, lemas, visitas al Ayuntamiento, visitas al centro por parte de altos cargos de la administración, reivindicaciones, escritos a entes públicos y privados, voces,… Pero el día 1 de julio de 2004 en un acto, en el que estuvieron presentes todas las personas que de una manera u otra habían luchado por hacer realidad este sueño, se colocaba la primera piedra del que seria el definitivo edificio, un colegio con unas instalaciones de futuro y que estaba cerca de cumplir 50 años de existencia.
Aún incluso, después de la colocación de la primera piedra, hubo gente que tuvo dudas sobre la realización de las obras. Pero en septiembre del 2005 los alumnos volvían a estrenar un nuevo edificio, ahora sí, con unas condiciones de estudio y trabajo inmejorables y abarcando todas la necesidades que un grupo escolar puede necesitar. Unos meses más tarde en enero del 2006 era inaugurado oficialmente el Colegio Jorge Juan.
Desde estas líneas nuestro homenaje a todas aquellas personas que de una manera u otra han formado parte de este centro escolar en estos 50 años de vida, nuestro recuerdo a las que no están entre nosotros, nuestro agradecimiento a todos los que han hecho posible la mejora de la educación en este colegio, nuestra solidaridad con todos los que creyeron en unas instalaciones dignas para el Jorge Juan, gracias a todos los que formáis parte del comité por vuestro trabajo, no solo de ahora, sino de muchos años atrás y permítanme un tirón de orejas a todos los que creen que la educación de un niño/a comienza y termina en la puerta del colegio. Y recordar que aún estamos a tiempo de colaborar con este 50 aniversario y hacer más grande la historia de un humilde colegio con 50 años de edad.
Me ha encantado el articulo , me trae muchos viejos y buenos recuerdos , los años que pasamos en el antiguo pedegral a la hora del recreo y de aquel viejo colegio en el que pase muy buenos años .
Yo pase el preescolar en aquel almacen de maria cristina , habia una estufa de leña y la querida vecina de enfrente nos encendia brasas todas las mañanas para calentarnos , cuando llovia en patio de inundaba y andabamos sobre unos tablones para pasar a los aseos . Ahora cuando paso por el nuevo colegio , me siento bien al pensar que cada uno de nosostros hizo lo que pudo en su momento para que el centro fuese una realidad.
Enhora buena a todo el comite , sin duda siem8pre los mismo , (pero los mejores)y enhora buena a ese tio tan grande «JOSE MARIA»os mereceis que todo salga genial.