El noveldense Miguel Ángel Mira relata su experiencia recorriendo el Camino de Santiago en bicicleta junto a otros amigos y noveldenses: José Román Sánchez, Ángel Mayayo, Javier Salar y Francisco Iñesta
«Buen Camino» es la palabra que más hemos escuchado y pronunciado durante la aventura en el Camino de Santiago que desde el 11 de Agosto 2008 al 15 de agosto y tras recorrer 224 km en Mountain-Bike hicimos cinco noveldenses (Miguel Ángel Mira, José Román Sánchez, Ángel Mayayo, Javier Salar y Francisco Iñesta).
Tras 6 meses de planificación iniciábamos el Camino en Ponferrada, acompañados por nuestras mujeres e hijos de corta edad ( hicieron el mismo recorrido pero en coche). Han sido 5 días de pedaleo continuo hasta Santiago pero «increíbles»
Para nosotros ha sido la experencia de nuestra vida, etapas como O’Cebreiro con 7 grados en la cima (en pleno agosto) Alto do Poio, descensos vertiginosos, tramos con la bici al hombro por lo «roto» del camino, los continuos toboganes a la llegada a Lugo, los impresionantes paisajes, la amabilidad de la gente, y sobre todo el compañerismo y gran ambiente reinante han hecho de etapas duras, una gran experiencia que no dudamos que volvamos a repetir.
Después de cinco días seguidos de pedaleo, es indescriptible la emoción que te embarga en el descenso desde el Monte de Gozo a Santiago y la llegada a la plaza del Obradoiro, ¡Hay que sentirlo personalmente, no se puede describir con palabras!
Durante el camino disfrutas de paisajes espectaculares, de la compañía de vacas, de aldeas y pueblos preciosos, y sobre todo de ti mismo, de la reflexión y de un ambiente muy especial.
Creo que el Camino es una experiencia única e increíble y recomendaría a todas aquellas personas que les guste caminar, la bici y la naturaleza, el sacrificio y el respeto por las cosas y los demás, que lo hagan, cuando alcanzas Santiago no importa si te ha llovido, si tienes ampollas o te duelan las piernas, te sientes feliz contigo mismo y sobre todo embriagado por la esencia del Camino.
Es una experiencia única que vale la pena vivir.