De novelderías, gastos y dineros
Todos los actores económicos nos están advirtiendo de la nueva recesión que nos acecha. Nuestros poderes públicos tienen la obligación de poner todos los medios a su alcance para que esto se minimice. Para ello debemos tener un gobierno fuerte, no sujeto a intereses partidistas, que permita tomar decisiones que redunden en un fortalecimiento de nuestra economía.
Este otoño estamos asistiendo, “ojipláticos”, a un alarde de proyectos de gasto e inversión en clave municipal. Están haciendo oídos sordos a esas advertencias que nos llegan y están actuando más como cigarras que como hormigas.
Cierto es que nos han dado un respiro en forma de refinanciación municipal de nuestra cuantiosa deuda (que contribuimos a reducir en gran parte junto a nuestros socios de gobierno en la legislatura anterior), asunto que no significa una minoración de la deuda, sino un traslado en el tiempo de la obligación de devolver el capital recibido.
Desde el Partido Popular exigimos al gobierno municipal que tome sus decisiones de inversión y gasto con la debida diligencia que se le pide a un buen padre de familia. Evidentemente estamos en periodo electoral (gracias a su “no-capacidad” de saber llegar a acuerdos) y es necesario “regar”, con fondos públicos, tal maquinaria.
La economía, en una definición muy simple, es el arte de repartir recursos finitos entre necesidades infinitas. Me imagino a todos y cada uno de los concejales llamando a la puerta del Sr. Alcalde a pedir “dineros” para que su concejalía tenga proyección. Es deber del buen gobernante saber priorizar y asignar los proyectos de inversión y gasto de una manera racional.
Novelda, repito, tiene una deuda muy elevada que hay que minorar cuanto antes. Debemos sentar las bases para nuestro futuro crecimiento. Debemos priorizar la inversión en nuestros sectores productivos, industria, comercio sin dejar de lado a nuestros servicios sociales. Hemos de invertir, sobre todo, en aquello que tenga un retorno para nuestras arcas públicas.
Como recoge nuestro programa electoral, una de nuestras prioridades es la de reducir los elevadísimos impuestos que pagamos, porque de esta manera generaremos más actividad económica. Hay que empezar destinando parte de esa menor obligación de devolución de capital de los préstamos a reducir los impuestos a las clases menos favorecidas y mayores, así como favorecer el desarrollo de nuestra actividad económica. Generaremos mayor desarrollo económico, mayor empleo y, por lo tanto, mayor recaudación impositiva con menor carga individual. En definitiva, provocaremos una mayor prosperidad para nuestros vecinos.