25 de noviembre
Según feminicidio.net, hasta principios de noviembre de 2019, se han producido 90 feminicidios y asesinatos en España. El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Cualquiera que conozca el iceberg de la violencia de género sabe que el asesinato es la forma más explícita y visible de violencia, pero no la única.
Vemos cómo últimamente se produce un debate entorno a las agresiones sexuales. Las feministas planteamos una reforma en el Código Penal, ya que visto en las últimas sentencias, el concepto de abuso sexual no recoge de forma adecuada la violencia que se ejerce contra las mujeres. Ahora algunos partidos escuchan la propuesta y la asumen como propia, porque sí, los movimientos sociales tienen fuerza, y son capaces de cambiar la realidad política y social. Es cansado escuchar que no sirven para nada. Sobre todo porque es mentira. Es increíble mirar atrás y ver cómo, aunque parezca lento, han cambiado tantas cosas. Desde el Convenio de Estambul los países que ratificaron el acuerdo han tenido que implantar ciertas medidas para luchar contra la violencia de género. Este convenio significa una revolución y un cambio, además de un marco de actuación, planteado por la Unión Europea. Es importante que tantos países construyan unas bases comunes para luchar contra la violencia machista, ya que como apreciamos en los últimos años el ascenso de la ultra derecha y sus falacias pueden atentar gravemente contra los pilares que aún se están asentando. Ya sabemos que en la historia no hay nos(otros) sin otros.
Hay gente que construye y hay gente que destruye. Más cuando les arrebatas privilegios o los pones en duda. Hay que agradecer las últimas campañas que estamos viendo respecto al concepto de consentimiento, ya que van dirigidas hacia los agresores. Ya era hora. Era hora de hablarles a los que ejercen la violencia y dejar de culpabilizar a las mujeres. Es hora de que los hombres se sacudan sus privilegios y comiencen a detectar las violencias que ejercen.
Por último quiero hablar de la violencia institucional. La violencia institucional se trata de aquella perpetrada o tolerada por el Estado. Algunos ejemplos de violencia institucional podrían ser los recortes presupuestarios, fallando así en la protección y atención frente a la violencia de género, la falta de formación en género, o una justicia androcéntrica, es decir, con perspectiva masculina. Esta violencia se está volviendo cada vez más visible y vamos a luchar para revertir esta situación. El 25 de noviembre es el día en que recordamos las violencias que sufrimos las mujeres, pero tenemos claro que luchamos todos los días del año para erradicarlas.