Artículo de opinión de Ricardo Moreno, portavoz de Ciudadanos
¿Se han fijado que los políticos prometen y luego no cumplen casi nada de lo que prometían, o peor aún, hacen exactamente todo lo contrario? ¿Por qué será? La próxima vez que oiga aquello de Todos los políticos son unos inútiles o roban o mienten, pregúntese: ¿Quién los votó, y sobre todo quién dejó de votar a los honrados y sinceros? ¿Por qué será que cuando los políticos hacen lo que prometían o dicen la verdad acaban perdiendo las elecciones?
Y es que un político es como cualquiera y vive y aprende según las consecuencias que tengan sus actos. No le dé más vueltas. Esto es así. Si usted vota y aplaude a mentirosos, tendrá mentirosos y caraduras. Si vota honrados, tendrá gente honrada. Y si no vota, otros decidirán por usted.
Lo diré sin Apocalipsis ni rencor por perder las últimas elecciones ni esas zarandajas, de las que se abusan para confundir a incautos y despistados. Novelda está bastante mal. Y está peor preparada que otros para hacer frente a una crisis. Porque a pesar de haber hecho un esfuerzo descomunal estos cuatro pasados años por intentar enderezar más de veinte años de despilfarros, no ha sido suficiente. Más de 35 millones de euros de deuda y dejarlo en algo menos de 16 millones ha sido todo lo que hemos podido. Y, oiga, no nos subimos los sueldos ni tuvimos agrupaciones financieras para hacer eso…
Ahora, con un horizonte de previsibles ERES, la crisis en el sector agrícola y arrancando plantaciones. Pues aquello que decía nuestro alcalde que iba a hacer de Novelda: «Una ciudad amable y llena de oportunidades», parece que va a tardar en llegar ¿Verdad?
Pero no se preocupe. Ya saldrá ese mismo alcalde en una de sus mil ruedas de prensa. Vendrán diputados y senadores. No estaremos tan mal y, si lo estamos, otros tendrán la culpa. Y casi todo lo dicho y prometido se irá olvidando. Y los demás, es decir, nosotros, seremos catastrofistas, rencorosos y solo estábamos preocupados por pagar la deuda. Eso sí, la misma deuda y el mismo dinero que tan bien le va viniendo hasta ahora para hacer todas sus ruedas de prensa e ir tirando, hasta que se le acabe la gasolina que le hemos dejado en el depósito.
Aunque, la verdad, con cada ración de problemas que van llegando, no puedo evitarlo y al final me acabo imaginando al señor alcalde como Groucho Marx en aquella famosa escena en la que le iba gritando al camarero: Y ponga también dos huevos duros… Es lo que tienen las mentiras y el teatro, que los tortazos de realidad acaban por ser casi cómicos. Pero que nadie se alarme. Le veo madera de político de casta; es decir, un superviviente nato. No creo que se empache.