“Aquí hemos vacunado a todo el mundo y no hemos preguntado su origen, ni su creencia, ni lo que votaban”, decía Pedro Sánchez en una reciente auto entrevista emitida por una de sus teles, precisamente la que nos cuesta más de mil millones al año, que pagamos todos, la veamos o no.
Y es que esto de la mal llamada tele pública, es como pagar de forma obligatoria, con los impuestos de cada uno de nosotros, la suscripción a una plataforma tipo Netflix, pero claro sin la posibilidad de elegir, que eso de tener libertad es algo pasado de moda y que no cabe en la doctrina socialista.
Pero volviendo a la frase presidencial, cabe decir que hay frases que definen a un personaje, o a toda una nueva escuela de “apesebrados” bajo las siglas de lo que en su día fue el PSOE, ahora el partido del régimen, o “establishment” para que suene más “moderno”.
Ante semejante afirmación, poco más que añadir, y entiéndase la ironía, que darle las gracias al nuevo “mesías” con minúsculas, que ha permitido que incluso, los “infieles” que no le hemos votado, tengamos las mismas posibilidades de seguir vivos que él.
Y es que…, soltar con total impunidad semejante frase no fue un simple desliz, si no que realmente valoró hacerlo, algo que solo cabe en la mente de quien considera que conseguir, mantener y ejercer el poder, a cualquier precio, es su única misión.
Por otra parte, esta capacidad de ser arbitrario no resulta nada extraño, ya que habitualmente riega con nuestro dinero a las personas y empresas amigas, y coloca a dedo a miles de amiguetes en la administración o en los entes dependientes de esta, por lo que, igualmente cree que con las vacunas también puede, repartir -a su divina conveniencia- las dosis a las personas, que, con el carné en la boca se merezcan, a su juicio e interés, recibirla.
Y tal vez, por estar a la moda, aquí, a nuestro alcalde le sale muy bien emular al presidente más mentiroso de la democracia, eso sí, con total naturalidad, como podemos ver cuando se escuda falsamente en sentencias, pleno a pleno o entrevista a entrevista, e incluso logra superarle con discursos más vacíos.
Finalmente, y aunque soy poco fan de las redes sociales, en esta ocasión los animo a que pongan en su buscador el #GraciasPorVacunarmePedro y lean a través de cualquier hilo lo agradecida que estamos la gente a nuestro “Superman de pandereta”, que, según algún twittero, es el más demócrata de todos los dictadores.