Art. de José Penalva Navarro
Vivimos momentos difíciles, momentos de tribulación, de muchas incertidumbres y de dudosas soluciones, y como dijo Jesús de Nazaret “SOLO POR EL AMOR SERA SALVADO EL HOMBRE”, todo lo que se haga sin contar con la aflicción, que estas dudosas soluciones causan a los seres humanos, sin esta premisa insustituible de amor hacia los demás, todo estará condenado al fracaso, y estas fiestas de Navidad deberían ser propicias para cultivar ese amor.
CANTO AL AMOR
Te necesito, amor,
necesito tu mirada,
esa mirada cálida,
esa mirada que estremece,
que se incrusta en mi alma,
necesito sentir ese calor,
que le da sentido a mi vida,
por eso te necesito, amor.
Necesito sentir tus caricias,
necesito esa luz
que tú amor, irradias,
necesito sentirte en mi corazón,
y sentir como palpita
por desearte con ansias.
Ansias de tenerte cerca,
de poder oler tus fragancias,
de sentir que estás conmigo,
y poder poseer tus melodías
y darte cobijo en mis entrañas.
Cuando te tengo
mi alegría se desborda,
y mi alma se siente alagada,
porque siempre acudes a mi llamada,
por eso te necesito tanto
pues eres, mi razón más preciada.
Amor, engrandeces mi alma,
tú le das sentido a todo,
eres la esencia deseada,
vienes del jardín gozoso,
como el amor de Jesús,
desinteresado, sublime y hermoso,
como los lirios del campo,
que con su belleza
me llenan de sublimidad y gozo.
Cuando estás cerca,
presiento esa cercanía,
lo sé, por las bellas sensaciones
que tú, amor, provocas,
mi vello repunta,
vibran mis emociones,
porque tú nunca te escondes,
siempre apareces,
aunque haya penumbra
y aquí estás, sin condiciones.
En ese preciso momento,
mi cuerpo se estremece,
pues es muy sensible,
es, como una suave pluma,
por eso cuando apareces
hacer vibrar de gozo mi alma.
No me abandones nunca, amor,
impregna de ti mi corazón,
y hazme vibrar de alegría,
por que tú eres la razón
de esta existencia mía.