El pasado 7 de marzo se llevó a cabo el pleno ordinario del mes. Como pudieron comprobar los que vieron el pleno, no asistí a la sesión por encontrarme indispuesta por enfermedad.
Como todos los años en marzo, se presenta una moción (antes de que se rompiera el consenso era una declaración institucional) para conmemorar el Día de la Mujer, consensuada con la mayoría de grupos, a modo de manifiesto o declaración de intenciones por parte del Ayuntamiento de Novelda respecto a dicha temática.
Mentiría si dijera que me sorprendió lo que oí, casi preferí haberlo visto desde casa y no haber tenido que presenciar un espectáculo tan bochornoso. Cuando se debaten este tipo de mociones debería ser para reconocer lo que hemos conseguido las mujeres pero también para reivindicar lo que nos queda por conseguir.
De hecho, el Instituto Europeo para la Igualdad de Género anualmente emite un informe sobre la igualdad entre los hombres y las mujeres. En el año 2022, sobre 100 puntos, España obtenía 74,6 puntos, situándose en la 6ª posición en el ranking de la UE, un 0,9 más que en 2021. Es decir, que pese a los discursos alarmistas y malintencionados, seguimos avanzando en esta materia.
¿Significa que está todo hecho? No. Como decía antes el 8M sirve para reivindicar aquellas cosas que todavía no se han conseguido, como una conciliación real, igual reparto de tareas en el hogar, condiciones laborales y económicas dignas, además obviamente de la erradicación de las violencias machistas en todos los ámbitos. Esto es lo que se debería haber debatido en el pleno, un debate constructivo, propositivo.
Sin embargo, no solo no se propuso, por parte de los partidos discordantes de siempre, ninguna medida para algo tan fundamental, como es la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, sino que “una portavoz” se dedicó a leer un texto completamente machista, racista y plagado de mentiras, y el “otro” a hablar de su libro (es decir, hablar mal del Gobierno nacional sin venir a cuento).
Por si eso fuera poco, la citada portavoz presentó otra moción “Anti 8M”, que defendía con el mismo argumentario que ya había utilizado en el punto anterior, es decir, tuvimos que oír dos veces el mismo discurso vergonzoso, por si una no era suficiente. Quizás lo que le interesa es la atención mediática y no hablar de soluciones o propuestas reales, porque directamente no las tienen.
Afortunadamente hay una gran mayoría social cada vez más convencida de los avances que se están produciendo en este país y que vamos a seguir insistiendo por alcanzar la igualdad plena.