Hay una cualidad que define tristemente al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Novelda: su asombrosa capacidad para creer sus propias mentiras. En los últimos plenos, desde la oposición seguimos evidenciando, que cuando se toca un tema delicado para la ciudadanía de Novelda, rehúyen las preguntas importantes, desviando la atención con discursos vacíos, frases moralizadoras y, sobre todo, una preocupante falta de autocrítica.
El gobierno municipal, lejos de centrarse en trabajar por y para la ciudadanía, ha decidido invertir sus esfuerzos en algo más cómodo: hacer oposición a la oposición. Se dedican a menospreciar nuestro trabajo y a desacreditar la labor de fiscalización que ejercemos con responsabilidad y compromiso. Han convertido la política local en un reflejo burdo del “copia y pega” de las peores prácticas de la política nacional, en lugar de centrarse en resolver los problemas reales del municipio.
Los plenos municipales, que deberían ser espacios de control, propuestas y rendición de cuentas, se han transformado en auténticas telenovelas. A pesar de contar con una mayoría absoluta, el relato oficial siempre nos culpa a nosotros, la oposición, de los fracasos y retrasos en la gestión. Pretenden hacer creer a la ciudadanía que somos quienes “ponemos palos en las ruedas”, cuando la realidad es muy distinta.
Ejemplos sobran: el retraso en la ejecución del nuevo mercado. La planificación no ha estado a la altura del reto, ya que ha primado más el interés por generar titulares de campaña electoral que por ejecutar obras con responsabilidad. Sin hablar ya de la inexistencia de un plan realista para un parking que lo complemente. O el evidente abandono de parques y espacios públicos, muestran una gestión más centrada en la propaganda que en las soluciones.
Mientras tanto, no pierden ocasión de lanzar mensajes moralistas y seguir en una cansina campaña electoral permanente, como si gobernar consistiera en convencer en lugar de actuar.
Ya tendrán tiempo para actos proselitistas. Ahora les toca cumplir con el mandato que recibieron de la ciudadanía, que no fue otro que el de gobernar, gestionar y resolver los problemas de Novelda.
Por nuestra parte, seguiremos firmes, vigilantes y activos. No nos distraerán ni nos desviarán de nuestro compromiso: trabajar al servicio de los y las noveldenses, con responsabilidad, con propuestas, y con la dignidad que exige representar a quienes confiaron en nosotros.
Fabiola Udaeta Ortiz