Artículo de opinión de Vicente Díez sobre deportistas noveldenses
Nuestra protagonista de hoy es una adolescente de 15 años («Juventud, divino tesoro»), pues nació en el año 2005 y es la menor de las dos hijas que tienen sus padres, Ángel y Verónica. Recordando su infancia, jugaba a lo que cualquier niña a su edad junto a su hermana.
Su colegio fue y sigue siendo el Padre Dehon, donde practicó el duatlón de la mano de la profesora Mª Carmen Iñesta, recientemente biografiada (nº 154). También practicó el baloncesto en el colegio y en el Polideportivo Cucuch probó el pádel en unas clases que se impartían para menores. Si bien, antes de todo esto coqueteó ya con la gimnasia rítmica de la mano de Magda Hussein en el Club Kankudai de Novelda junto a su hermana Alejandra a la que convenció para que la acompañara, aunque por la temprana edad no cuajó, abandonando esta disciplina y siguió practicando los deportes mencionados previamente.
Hasta que un buen día, una amiga le habló nuevamente de la gimnasia rítmica que ella practicaba en el club Kayma, de Aspe. Vio el ambiente y le gustó, por lo que consiguió que su padre la llevase habitualmente a la ciudad vecina. Y allí se reencontró nuevamente con este bello deporte. La entrenadora, Paula, le planteó que debía decidirse entre ambos deportes, el baloncesto que practicaba en el colegio o la gimnasia rítmica y se decidió por este último. Tras varios años y debido a que este club se había quedado sin suficientes compañeras para formar un conjunto, marchó al club ilicitano Chamara para poder competir en su categoría en la modalidad de conjunto. Club que abandonó tras terminar la temporada para volver al de origen, ya que se había tratado de una cesión entre ambos clubes.
Ya había actuado y siguió disfrutando en ello por la provincia mayormente, así como por el resto de la Comunidad Valenciana mientras iba formándose técnicamente.
En cuanto a los niveles existentes en este deporte es la Federación Española quien marca los escaños y Carla detalla que el primero es la Escuela, para aprender y sin competir. En el segundo nivel se pasa a la Liga, donde ya se compite. En el tercero está la Federación. El cuarto llega a la Federación Media. El quinto es para la Federación Avanzada. El sexto es Base en que se puede competir a nivel nacional. El séptimo peldaño es el Absoluto y también se puede competir por toda la geografía nacional. Y por último, el octavo, o de Primera Categoría. Para llegar al Nacional hay que clasificarse primero consiguiendo pasar el Campeonato Provincial y posteriormente el campeonato Autonómico.
A lo largo de la temporada hay actuaciones individuales y de conjunto; ambas tienen ventajas e inconvenientes, que nos relata.
En la actuación individual, Carla prefiere la modalidad de Cuerda, la que más ha practicado y donde más segura se siente. Asimismo, la que menos le satisface es el de la Cinta, pues hay que saber dibujar muy bien esos tirabuzones o círculos que vemos por la tele. Los factores climáticos y ambientales pueden perjudicar la actuación en Cinta, pues el calor excesivo puede hacer que la cinta se pegue y enrede en el cuerpo y si hay viento, es difícil poder llevar el ritmo de movimientos que se desea.
Y en la actuación de conjuntos ya se depende totalmente de la compenetración que exista entre las compañeras.
Compitió en el apartado de individuales por toda la provincia y tras una actuación, la llamaron en el año 2017 desde el Club de Gimnasia Rítmica San Vicente, donde les faltaba una chica para poder completar el conjunto. Nuestra protagonista tenía entonces 12 años y su padre la llevaba cuatro veces semanales para practicar y entrenar. Y en este club continúa, pues tras terminar la temporada de ese año y su cesión desde el club Kayma de Aspe, decidió hablar con su actual entrenadora Irene Duro encontrándose en la ciudad de Bilbao en el prestigioso Torneo Euskalgym y pedirle el permanecer en este club, por lo que Ángel, su progenitor, alega que “viven ambos casi más en San Vicente, que en Novelda”.
Es obvio que en los desplazamientos sus padres la llevan y así comparten con ella los momentos de su duro trabajo. Esto los ha llevado por diferentes Campeonatos Nacionales o Torneos de prestigio y han ido a Zaragoza, Vitoria, Oviedo, Bilbao, Pamplona, Murcia, Guadalajara, Valencia… y tantas otras capitales y provincias. Todos ellos, representando al Club de San Vicente del Raspeig.
Esta última temporada, 2020, ha actuado en dos Campeonatos: Provincial y Autonómico en Gandía y en ambos se proclamó campeona en la categoría Junior Cuerda. Sin público como espectadores; sólo las participantes, entrenadoras y los jueces.
Y afirma que sus buenos resultados han sido conseguidos a base de preparación y constancia. Es asombroso ver en las fotografías cómo se retuercen, cual si fuesen de plastilina. Para ello, sin duda, se necesita mucha preparación física.
Y ya para el año 2021 tiene programado actuar en modalidad de Cuerda en la Liga Iberdrola (sede aún por confirmar), aunque a puerta cerrada y sin oír los ánimos de sus familiares. Afirma que en esta Liga Iberdrola hay clubes que cuentan entre sus componentes a gimnastas nacionales e incluso extranjeras de gran nivel. Se ha de hacer en individuales los cinco aparatos, más las manos libres para clasificarse y que el Club entre en Tercera División. Las puntuaciones de cada participante se suman para el Club. Consiguen ascender los cinco primeros clubes con la puntuación más alta conseguida. Y más adelante… ya se irá viendo, si el Covid-19 no lo impide.
Su proyecto para la temporada 2021 en Nivel Absoluto y siendo Senior, es competir como individual en tres modalidades: Cinta, Mazas y Pelota.
Nos detalla alguno de los Campeonatos nacionales y Torneos de renombre en que participó: Alicante 2017; Guadalajara 2018. Esa misma temporada 2018 actuó en Murcia como conjunto, logrando el equipo una meritoria 6ª plaza. En Guadalajara 2019 en categoría Cinta Individual terminó en la posición 23, pero no se desanimó. En Pamplona 2019 compitió en conjuntos, quedando en la posición 24 y en Valencia 2020, logró la 8ª posición en individuales.
Como en todo deporte, subir al podio entre las tres primeras equivale a medalla y de la 4ª a la 8ª consiguen un diploma de la Federación, por lo que nuestra protagonista ya cuenta con dos de estos preciados diplomas.
Recalca que a pesar de ser un deporte con tradición femenina, paulatinamente se va incorporando algún que otro chico, por lo que hay conjuntos mixtos, además de una amplia representación individual masculina. Otros deportes como el boxeo o el ciclismo, se asociaron desde antiguo al hombre y ya se ven competiciones de féminas. Cosa que está ocurriendo al revés en este deporte.
Tras concluir con sus estudios del Bachiller, quiere conseguir el título de entrenadora, pues observa que se va reponiendo la cantera entre los y las más jóvenes y le gustaría enseñarles.
Quiere dar las gracias a Magda Hussein, quien le dio a conocer este deporte; a Yolanda, su entrenadora en el Club Kayma tras la marcha de Paula que tanto confió en ella y a su actual entrenadora Irene Duro, con la cual ha conseguido sus mayores logros y en quien confía para que la acompañe hacia metas mayores.
Concluimos, deseando a esta jovencita que se hagan realidad todas sus aspiraciones, tanto a nivel competitivo como de futura entrenadora. Ánimo, Carla y adelante; no cejes en tus bonitos sueños.
Cuando veo en la tele la gimnasia rítmica o de otras modalidades, me llama la atención ver como se flexionan. Parecen jóvenes hechos de otra pasta.
Mi hija también hacía esa gimnasia y le gustaba juntarse con otras niñas y jóvenes del grupo. Es bonito que saquen este deporte, que me gusta.
Las fotos son preciosas. Me gusta este escrito. Aunque no se la ve por aquí.
Ya hacía tiempo que no salía algo de la Rítmica. Me gusta estar al corriente. Y Carla, que vale mucho
En el club Kankudai también hacen esta modalidad de gimnasia. Carla, debes apuntarte al club de tu localidad, para que sepamos más sobre esto.
Agradezco sus comentarios a quienes los dejan escritos, así como a los lectores. Hasta la próxima biografía, que es sobre Balonmano