La concejala de Urbanismo, Isabel Miralles, ha anunciado hoy en rueda de prensa la finalización de las obras de renovación de la iluminación exterior en el barrio del Sagrado Corazón.
Esta actuación, que ha contado con un presupuesto total de 210.000 euros en el proceso de licitación, ha sido adjudicada por un importe de 108.000 euros, con una subvención de aproximadamente 54.000 euros.
El proyecto ha sido diseñado y dirigido por Alejandro Deltell, de la empresa IPSUM, mientras que el contratista encargado de las obras ha sido Redeles Eléctrica Levante, una firma del Levante. Aunque el plazo de ejecución de la obra era inicialmente de cuatro meses, la demora en el suministro de luminarias ha extendido la finalización de la obra por un breve periodo adicional.
La renovación ha consistido principalmente en la sustitución de todas las luminarias en las vías principales del barrio, entre ellas el Paseo de los Molinos, las calles Elda e Isaac Peral, y el entorno del parque Ravonis, de Pocoyó.
El objetivo principal de esta intervención es la reducción del consumo energético, estimando una disminución de entre el 60 y el 70% en el consumo total. Además, las nuevas luminarias LED no solo reducen el consumo, sino que también suponen un ahorro en el mantenimiento al ser más duraderas y resistentes a las roturas.
Dentro de las mejoras, también se han renovado todos los cuadros eléctricos para adaptarlos a la normativa actual. Las nuevas luminarias están equipadas con sistemas de control automático y diurno, lo que les permite encenderse al caer la noche y apagarse al amanecer, optimizando su funcionamiento.
Una de las innovaciones más destacadas de este proyecto es la instalación de farolas solares en el paseo que conecta el casco urbano con el Castillo de la Mola. Estas farolas, que funcionan con paneles fotovoltaicos, están equipadas con sensores de movimiento, lo que permite que se enciendan con mayor intensidad al detectar la presencia de personas. En total, se han instalado 47 farolas solares. Esta iniciativa busca además reducir la huella de carbono de la ciudad, contribuyendo a la sostenibilidad.
Además de los beneficios energéticos y medioambientales, las actuaciones tienen como objetivo mejorar la seguridad vial y fomentar el uso tanto de la bicicleta como de los peatones en la zona. Estas medidas forman parte del Plan Novelda 20-30, cuyo fin es transformar la ciudad en un lugar más sostenible, seguro y cómodo para los ciudadanos, como dice Miralles «ciudad donde vivir, ser y poder invertir».