Tiene como finalidad la búsqueda de recursos hídricos para la Agricultura ante la escasez por el cambio climático
El objetivo del proyecto “SOS-AGUA-XXI. Sostenibilidad y Agricultura en el siglo XXI” es garantizar la calidad y cantidad de recursos hídricos y adaptar y preparar al sector agrícola español para combatir su progresiva escasez y los efectos del cambio climático. La Universidad de Alicante desarrolla un papel muy destacado en este ambicioso plan y cuenta con un presupuesto de 780.00 euros del total de los 6 millones concedidos por el CDTI, la entidad pública dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, que promueve la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas españolas.
Son tres los grupos de trabajo de la UA que participan en el consorcio, uno está enmarcado en el Instituto Universitario de Ingeniería de los Procesos Químicos, mientras que los dos restantes pertenecen al grupo de Recursos Hídricos y Desarrollo Sostenible, del Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales (IUACA).
Daniel Prats, coordinador de Proyectos y Desarrollo de IUACA, va a dirigir el grupo centrado en la eliminación de contaminantes emergentes, mientras que Joaquín Melgarejo, el director del Instituto, se va a encargar de la realización del estudio económico y ambiental de todo el proyecto.
Tal y como explica Prats, la creciente demanda de recursos hídricos hace necesaria la utilización de aguas residuales. “Son aguas tratadas, en las que se eliminan contaminantes y hoy en día existen unos ‘contaminantes de preocupación emergente’ por el uso y abuso de productos químicos en medicamentos, insecticidas, pesticidas, etc.”, explica el investigador, quien señala que, aunque la gran mayoría se eliminan en plantas depuradoras, hay algunos que llegan al medio ambiente. Por ello la Unión Europea establece listas de observación de este tipo de contaminantes, 20 de los cuales se han incluido en el estudio, a los que se han sumado 10 más de los más encontrados en las zonas donde se van a realizar los estudios, que comprenden áreas desde Almeria hasta Alicante. Estos análisis también se van a llevar a cabo en los lodos, que se emplean como abonos en la agricultura.
La segunda línea de trabajo del grupo del Instituto del Agua es transversal ya que afecta a todo el proyecto y va a tener como objeto la delimitación del área de estudio y la realización de un balance de todos sus recursos hídricos: los subterráneos y los superficiales, y también aquellos derivados de las desaladoras y depuradoras. Con todo ello, señala Melgarejo, se hará un análisis del coste-beneficio del uso de las tecnologías y un estudio de su viabilidad teniendo en cuenta sus derivadas medioambientales.
Por su parte, el Instituto Universitario de Ingeniera de los Procesos va a estudiar la eliminación por medio de microalgas de nutrientes en salmueras de desaladoras, aguas y drenajes agrícolas.
El consorcio que va a desarrollar este proyecto está liderado por Sacyr Agua y cuenta con la participación de las empresas Valoriza Servicios Medioambientales (SVM), föra, Bosonit, Regenera, Tepro, Aeromedia, y Aqua Advise, y los grupos de investigación de universidades como la de Salamanca, Cartagena, Alcalá de Henares y Sevilla, así como otras organizaciones.