El programa comenzará a implantarse entre final de año y principios de 2023. Todas estas mujeres recibirán una invitación para participar en el mismo
La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública extenderá este año el modelo de cribado de cáncer de mama a la detección del cáncer de cuello de útero. De esta forma, todas las mujeres de la Comunitat Valenciana de 25 a 65 años recibirán una invitación para realizarse las pruebas que permiten el diagnóstico precoz del cáncer de cérvix (en el cribado de cáncer de mama la población diana son las mujeres de 45 a 69 años). La implantación comenzará entre finales de 2022 y principios de 2023, y la cobertura se irá extendiendo progresivamente.
Hasta ahora, el sistema de detección de cáncer de cuello de útero es mediante la realización de citologías vaginales bien a petición de la propia mujer o aprovechando la visita al servicio de obstetricia. La citología vaginal está indicada entre los 25 y los 65 años con una periodicidad de tres años.
«El nuevo protocolo sistematiza el cribado de detección del cáncer de cuello de útero para que todas las mujeres de entre 25 y 65 años reciban una invitación para participar. Es la misma fórmula que ya tenemos implantada en el sistema de detección precoz del cáncer de mama», explica la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló.
El cribado sistematizado, incluido en la cartera de servicios del sistema nacional de salud, y en consonancia con las recomendaciones científicas, combinará dos tipos de pruebas en función de la edad. Quienes tengan entre 25 a 34 años recibirán una invitación para acudir al centro sanitario a hacerse una citología vaginal (que diagnostica alteraciones celulares indicativas de cáncer). Por su parte, las mujeres de 35 a 65 años recibirán un kit para tomarse una muestra vaginal que se utilizará para detectar la presencia del virus de papiloma humano. Se trata de un autotest similar a la autotoma que ya se usa en el cribado del cáncer de colon.
Las distintas pruebas se explican porque la infección persistente por papiloma humano es la causa más frecuente de cáncer de cérvix en mujeres no vacunadas frente a este virus. De hecho, el 80% de las personas sexualmente activas tiene contacto con el virus del papiloma humano a lo largo de su vida y la mayoría desconoce que es portadora. La infección remite de forma espontánea en los primeros dos años la mayoría de veces, pero la infección persistente por genotipos de alto riesgo puede producir cáncer (la prevalencia es del 10,7-14,3%). Entre los 18 y 25 años, el 29% de casos son de bajo riesgo y, entre los 56 a 65 años, un 7% corresponde a genotipos de alto riesgo. Por este motivo, la vacuna de papiloma humano está incluida en el calendario vacunal para niñas de 12 años.
Además, se ha realizado un estudio cualitativo con mujeres de la Comunitat Valenciana para elucidar qué modelo de autotoma maximizaría la participación en el cribado. También se estudian alternativas para aquellas personas que no quieran o no puedan hacerse la prueba ellas mismas.
La implantación del cribado poblacional de cáncer de cérvix se realizará de forma progresiva, iniciándose entre finales de este año y principios de 2023, de manera que para 2029 la cobertura, entendida como invitación a participar, se aproximará al 100%. El objetivo es reproducir los beneficios obtenidos con el cribado de cáncer de mama, implantado hace ya 30 años.
En la Comunitat Valenciana, cada año, se registran en torno a 259 casos nuevos de cáncer de cuello uterino, con una tasa de incidencia (ajustada a la población europea) superior a la de España (9,8 casos por 100.000 mujeres), según los últimos datos disponibles.
Para visibilizar este tipo de cáncer y concienciar sobre la importancia de prevenirlo, cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Útero.