Por un error no se han dejado preparadas las conducciones obligatorias de gas y electricidad y ahora hay que volver a romper todas las aceras nuevas de la avenida.
Dichas deficiencias han sido descubiertas por los inspectores de la Generalitat cuando giraban visita para certificar el final de obra. Los inspectores detectaron el fallo cuando uno de los vecinos se acercó a ellos y les dijo que llevaba sin gas canalizado desde que empezaron las obras.
Ahora hay que romper todas las aceras para realizar la canalización nueva y volverlas a rehacer, lo que a juicio del inspector jefe se considera un tiempo de finalización de los nuevos trabajos cercano al mes de diciembre de 2019.
El alcalde Armando Esteve no quiere saber nada del asunto y declaraba a este periódico que si el ayuntamiento tiene que pagar algún coste de este desaguisado lo repercutirá en el recibo de contribución de los vecinos y propietarios de los pisos de la avenida.
La asociación de vecinos ha realizado un comunicado diciendo que recurrirá cualquier derrama que el ayuntamiento derive hacia ellos y que ya bastante tienen con sufrir un año más las molestias de las obras.
Con razón me llamó la atención el otro día cuando pasé por el antiguo local de Deportes Gómez y los vi levantando la acera nueva y haciendo una zanja de medio metro.
Pues en vez de romper más cosas, que pongan las tuberías por fuera, como los cables de la luz, que ya estamos hartos de tanta obra en esta calle.