El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana visitó Novelda para conocer la empresa Carmencita y defendió la necesidad de «vertebrar» todo el territorio valenciano para conseguir la unión de todos los empresarios «con el único fin de crecer en capacidad».
El pasado 3 de mayo, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) celebró su asamblea general en la que se eligió, por una mayoría amplia, a Salvador Navarro como presidente para los próximos cuatro años. Un proyecto con el que pretende crear un vínculo «integrador» de todo el tejido empresarial del territorio valenciano. «Es importante que la confederación alce la voz cuando los empresarios lo necesiten, independientemente del color político que gobierne», aseguraba Navarro, que apostaba por la unión del mundo empresarial «con el único fin de crecer en capacidad».
La Confederación aglutina en estos momentos a 540 asociaciones empresariales y a más de 120 empresas a título particular, lo que supone una representación del 95% de la población trabajadora de la Comunidad Valenciana. Nació en 1978 con el objetivo de reunir fuerzas ante los poderes públicos, de los que «somos totalmente independientes, nuestro presupuesto se basa en la aportación de los socios», remarcaba Navarro. Y esto es, para el actual presidente, «lo que nos ha permitido sobrevivir como confederación».
A lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana existen muchos tipos de empresa, pero «los problemas, en la mayoría de casos, son parecidos», por lo que la Confederación de Empresarios sirve como vehículo para la defensa de los intereses de los empresarios. Entre los problemas, uno de los principales para Salvador Navarro es la «infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana en los presupuestos generales del Estado», algo que se traduce en que «somos la antepenúltima comunidad en la inversión por habitante y Alicante la última provincia».
«El objetivo es ganar en innovación y calidad, lo que nos permitirá aumentar las remuneraciones salariales», aseguraba Navarro, ya que «la crisis no acabará mientras no esté el último parado empleado». Por eso insistía en la necesidad de «vertebrar» todo el territorio y «luchar juntos para defender nuestros intereses».
En Las Cortes Valencianas se encuentran negociando con todos los grupos políticos la ley de áreas industriales, un proyecto que «refleja claramente que necesitamos áreas industriales con un mínimo de calidad y seguridad jurídica». En esta línea, el presidente de la Confederación apostaba claramente por la mejora en innovación, «convirtiéndonos en un ejemplo fuera de nuestras fronteras». «No tenemos nada que envidiar a otras comunidades como Madrid en términos empresariales», remataba, y de hecho «hacemos más con menos inversión que otros territorios».
Por otro lado, la Confederación quiere «apoyar a la sociedad como parte integrante», ya que «los empresarios sufrimos los mismos problemas que el resto de ciudadanos».