Las barreras arquitectónicas son los elementos del entorno urbano que impiden a los usuarios de silla de ruedas, a los ancianos o a los carros de niños desarrollar una actividad de forma autónoma, y que, consecuentemente, vulnera a la propia persona. La Ley 13/1982 de Integración Social de los Minusválidos, incluye algunas normas urbanísticas y, en concreto, en la Comunitat Valenciana, la Ley 1/1998, de Accesibilidad y Supresión de Barreras Arquitectónicas, Urbanísticas y de la Comunicación, se hace notoria en el municipio noveldense
“Rampas: son los elementos que dentro de un itinerario de peatones permiten salvar desniveles bruscos o pendientes superiores a las del propio itinerario. Se establecerán reglamentariamente los criterios a los que deberán ajustarse. Será obligatoria la construcción de rampas en las aceras de difícil acceso para personas con sillas de ruedas”. Esta definición pertenece al Artículo 10 de “Elementos de urbanización. Capítulo II. Disposiciones sobre accesibilidad en el medio urbano de la Ley 1/1998, de 5 de mayo, de la Generalitat Valenciana, de Accesibilidad y Supresión de Barreras Arquitectónicas, Urbanísticas y de la Comunicación. [1998/3622]”. Se trata de una ley que establece la obligatoriedad de adecuar las aceras para aquéllas personas que tengan una movilidad reducida y que, por tanto, precisan de rampas para desarrollar una vida independiente.
La reestructuración de la vía pública, así como de los edificios y la propia administración comienza a verse reflejado en el municipio con la construcción de rampas en las calles de Novelda. Se trata de una operación sencilla que favorece la integración social de personas con discapacidad.
Asimismo, la construcción de ramaps debe realizarse según unas normas , tales como unas medidas determinadas que lleguen hasta el suelo, sin un grosor excesivo, sino que su parte más baja esté en contacto con la vía sin sin hacer escalón, y que la pendiente no dé problemas a las personas con silla de ruedas por estar mal nivelada o mal situada. La concienciación de los noveldenses en cuanto a respetar las zonas dedicadas a discapacitados, como por ejemplo los aparcamientos, es necesaria para conseguir una sensibilización que permita la convivencia y la efectiva integración.