Las precipitaciones han dado oxígeno al campo alicantino en medio de una grave sequía unida a un alza de precios sin precedentes.
La caída media de 50 litros por metro cuadrado entre el viernes 4 y el lunes 7 de marzo en la mayoría de las comarcas de la provincia ha permitido consolidar calibres y brotaciones, ganar tiempo en cultivos que estaban sentenciados y ahorrar muchas horas de riego a las comunidades de regantes.
Por ello, el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, ha calificado las lluvias de «bendición» mientras que, para el vocal de uva de mesa, Pedro Rubira, han supuesto «un milagro».
Un milagro para formar bulbos en el Valle del Vinalopó
«Milagrosas». Así define las lluvias Pedro Rubira, vocal de uva de mesa en la organización agraria. Con una media de 50 litros en el entorno de Novelda y Monforte del Cid, «el agua nos ha permitido formar bulbo y aportar humedad a las viñas de uva de mesa». Rubira apunta que también «ha beneficiado a hortalizas, habas y alcachofas» y que en todo caso han supuesto «un ahorro importante ahora que nos da miedo abrir el grifo».