La asociación no vive sus mejores momentos y pide ayuda para que no se pierda esta tradición que forma parte de las fiestas patronales y de barrios de Novelda desde 1987. Para implicar a los más pequeños han llevado a cabo un taller para los alumnos del colegio Sánchez Albornoz.
«La iaia», «L’arlequí», «Brianda» o «Jorge Juan» son algunos de los nombres que tienen los «Nanos i Gegants» que participan en muchas de las fiestas de barrios y patronales de la ciudad desde 1987. Se trata de una tradición popular muy extendida en las fiestas locales de Europa e incluso América Latina con especial repercusión en la Comunidad Valenciana.
En Novelda es costumbre verlos durante las fiestas patronales -en la bajada de la Santa y en la Ofrenda de Frutos al Asilo del día 25-, pero también en las fiestas de muchos barrios. Es una tradición, sí, pero «la gente no se involucra lo suficiente», lamentaba Magda Botella, secretaria de la asociación. Necesitan gente que quiera vivir la experiencia de meterse en la piel de los «nanos», pero especialmente de los «gigantes», ya que «pesan mucho y requieren de varios cambios a lo largo de un desfile», apuntaba Botella.
La asociación de Novelda ha superado ya el cuarto de siglo, y lo celebraron con un desfile por las calles de la ciudad en el que participaron asociaciones de otros lugares de la provincia e incluso de Murcia. Además, los propios noveldenses participan en otras fiestas, promocionando así, entre otros, el «nano» de Jorge Juan que estrenaron hace algunos años y que representa a la perfección la historia de la ciudad.
Y con el objetivo de que la tradición continúe, Magda Botella ha ofrecido en el Sánchez Albornoz un taller para que los niños aprendan a construir sus propios «nanos», que van desde sus personajes de dibujos preferidos a cualquier cosa que se les ocurra. De esta manera, asegura, «queremos que aprendan más sobre esta tradición y se puedan implicar en la asociación en un futuro». «Es una experiencia muy bonita poder bailar e interactuar con la gente», asegura Botella. Por eso «quiero invitar a todo el mundo a que nos conozcan y prueben. Con practicar un poco se puede hacer, no existe ningún baile oficial». En la misma línea también piden el apoyo de músicos que se animen a tocar la dulzaina y el tabalet, dos instrumentos que van muy unidos a esta tradición.